Job  33, 14-22

Dios habla de muchas formas,
pero no nos damos cuenta.
En visiones nocturnas y sueños,
cuando cae el sopor sobre el hombre,
cuando el sueño lo coge en su lecho,
entonces le abre el oído,
lo asusta con advertencias;
lo aparta así de sus obras,
y lo salva del orgullo.
No le deja caer en la fosa,
salva su vida de la muerte.
Lo prueba en el lecho del dolor,
con los huesos en continuo temblor;
acaba detestando el alimento,
aunque tiene deseos de comer;
su carne a ojos vistas desaparece,
sus huesos, antes ocultos, aparecen;
su ser se aproxima a la fosa,
su vida al lugar de los muertos.
Ver contexto