Salmos 102, 24-28

Él ha agotado mi fuerza por el camino,
ha reducido el número de mis días.
Me dije: ¡Dios mío,
en la mitad de mis días no me lleves,
tú, que vives por generaciones!
Desde antiguo fundaste la tierra,
los cielos son obra de tus manos;
ellos pasan, mas tú permaneces,
todos como ropa se desgastan,
serán como vestido que se muda.
Mas tú eres el mismo,
no tienen fin tus años.
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