Genesis 13, 3-16

Caminando de acampada en acampada, se dirigió desde el Negueb hasta Betel, hasta el lugar donde estuvo su tienda entre Betel y Ay, el lugar donde había invocado Abrán el nombre de Yahvé. También Lot, que iba con Abrán, tenía ovejas, vacadas y tiendas. Ya la tierra no les permitía vivir juntos, porque su hacienda se había multiplicado, de modo que no podían vivir juntos. Solía haber riñas entre los pastores de Abrán y los de Lot. (Además los cananeos y los perizitas habitaban por entonces en el país.) Dijo, pues, Abrán a Lot: «Que no haya disputas entre nosotros ni entre mis pastores y tus pastores, pues somos hermanos. Mira, ahí tienes todo el país ante ti. No hace falta que sigas a mi lado. Si tomas por la izquierda, yo iré por la derecha; y si tú por la derecha, yo por la izquierda.» Lot alzó la vista y contempló la vega del Jordán*, toda ella de regadío —era antes de destruir Yahvé Sodoma y Gomorra—, parecida al jardín de Yahvé, como Egipto cuando se llega a Soar*. Eligió, pues, Lot para sí toda la vega del Jordán, y se trasladó al oriente. Así se apartaron el uno del otro. Abrán se estableció en Canaán y Lot en las ciudades de la vega, donde plantó sus tiendas hasta Sodoma. Los habitantes de Sodoma eran muy malos y pecadores contra Yahvé*. Dijo Yahvé a Abrán, después que Lot se separó de él: «Alza la vista y mira desde el lugar donde estás hacia el norte, el mediodía, el oriente y el poniente. Pues bien, toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Haré tu descendencia como el polvo de la tierra: tal que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tu descendencia.
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