Exodo  5, 6-23

Aquel día el faraón dio esta orden a los capataces y a los inspectores: «No proveáis, como hasta ahora, de paja* al pueblo para hacer ladrillos; que vayan ellos mismos a recogerla. Pero que hagan la misma cantidad de ladrillos que hacían antes, sin disminuir nada. Son unos perezosos. Por eso andan diciendo que quieren ir a ofrecer sacrificios a su Dios. Abrumadlos de trabajo para que estén ocupados y no hagan caso de palabras vanas.» Salieron los capataces y los inspectores y dijeron a la gente: «Esto dice el faraón: No os daré ya más paja; id vosotros mismos a recogerla donde podáis; pero que no disminuya en nada vuestra tarea.» La gente se dispersó por el país de Egipto para recoger paja. Los capataces los apremiaban, diciendo: «Terminad la tarea impuesta para cada día, como cuando se os proveía de paja.» Y castigaron también a los inspectores israelitas, que habían sido nombrados por los capataces del faraón. Les dijeron: «¿Por qué no habéis hecho, ni ayer ni hoy, la misma cantidad de ladrillos que antes?» Entonces, los inspectores israelitas fueron a quejarse al faraón y le dijeron: «¿Por qué tratas así a tus siervos? No se provee de paja a tus siervos. Sin embargo, insisten en que hagamos ladrillos y se castiga a tus siervos...* » El faraón respondió: «Holgazanes, más que holgazanes; por eso decís que queréis ir a ofrecer sacrificios a Yahvé. Ahora, id a trabajar. Y no se os proveerá de paja, pero tendréis que entregar la misma cantidad de ladrillos.» Los inspectores israelitas se vieron en un gran aprieto, cuando les dijeron que no podían disminuir su producción diaria de ladrillos. Así que fueron corriendo al encuentro de Moisés y Aarón, que les estaban esperando a la salida del palacio del faraón, y les dijeron: «Que Yahvé os examine y os juzgue. Nos habéis hecho odiosos al faraón y a sus siervos y habéis puesto la espada en sus manos para matarnos.» Entonces Moisés se volvió a Yahvé y le dijo: «Señor, ¿por qué maltratas a esta gente?, ¿por qué me has enviado? Desde que fui al faraón para hablarle en tu nombre está maltratando a esta gente, y tú no haces nada por librarla.»
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