I Corintios 14, 24-25

Por el contrario, si todos profetizan y entra un no creyente o un simple fiel, será conocido y juzgado por todos: los secretos de su mente quedarán al descubierto y, postrado rostro en tierra, adorará a Dios confesando: Dios está verdaderamente entre vosotros.
Ver contexto