I Crónicas 29, 6-9

Entonces los cabezas de familia, los jefes de las tribus de Israel, los jefes de millar y de cien y los encargados de las obras del rey ofrecieron espontáneamente sus donativos y dieron para el servicio del templo de Dios 5.000 talentos de oro, 10.000 dáricos*, 10.000 talentos de plata, 18.000 talentos de bronce y 100.000 talentos de hierro. Los que tenían piedras preciosas las entregaron a Yejiel el guersonita para el tesoro del templo de Yahvé. Y el pueblo se alegró por estas ofrendas voluntarias, pues las habían ofrecido espontáneamente a Yahvé, de todo corazón. También el rey David se alegró mucho.
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