I Reyes 19, 3-4

Él tuvo miedo*, se avió y partió para poner su vida a salvo. Llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su criado. Caminó por el desierto una jornada, hasta llegar y sentarse bajo una retama. Imploró la muerte, diciendo: «¡Ya es demasiado, Yahvé! ¡Toma mi vida, pues no soy mejor que mis padres!»
Ver contexto