II Corintios 12, 1-4

¿Que hay que presumir de algo? Pues, aunque no trae ninguna utilidad, hablaré de las visiones y revelaciones del Señor. Sé de un creyente en Cristo que hace catorce años —si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé; Dios lo sabe— fue arrebatado hasta el tercer cielo*. Y sé que este hombre —en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé; Dios lo sabe— fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar.
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