II Pedro  1, 16-18

Os hemos enseñado cosas referentes al poder y a la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Para ello no hemos recurrido a fábulas ingeniosas*, pues os hemos hablado después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad*. Él recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime Gloria le dirigió* esta voz: «Éste es mi Hijo muy amado en quien me complazco.» Nosotros mismos escuchamos esta voz, venida del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo*.
Ver contexto