II Pedro  3, 12-13

esperéis y aceleréis la venida del Día de Dios, el momento en que los cielos se disolverán entre llamas, y los elementos, abrasados, se fundirán. Pero nosotros, conforme a la promesa de Dios, esperamos unos nuevos cielos y una nueva tierra, en los que habite la justicia.
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