Apocalipsis  4, 4-11

Vi otros veinticuatro tronos alrededor del trono; en ellos estaban sentados veinticuatro Ancianos vestidos de blanco, con coronas de oro sobre sus cabezas*. Del trono salen relámpagos y truenos, y se oye un gran estruendo*. Delante del trono arden siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios*, y hay una especie de mar* transparente semejante al cristal. En medio del trono, y en torno al trono*, se ven cuatro Vivientes llenos de ojos por delante y por detrás*. El primer Viviente se parece a un león; el segundo Viviente, a un novillo; el tercer Viviente tiene un rostro como de hombre; y el cuarto Viviente es como un águila en vuelo. Cada uno de los cuatro Vivientes tiene seis alas; están llenos de ojos todo alrededor y por dentro, y repiten sin descanso día y noche: «Santo, Santo, Santo, Señor, Dios Todopoderoso, ‘Aquel que era, que es y que va a venir’*.» Y cada vez que los Vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono y vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro Ancianos se postran ante el que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos. Y arrojan sus coronas delante del trono* diciendo: «Eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; por tu voluntad, existe* y fue creado.»
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