Deuteronomio  2, 4-7

Y da al pueblo esta orden: Vais a pasar por el territorio de vuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitan en Seír. Os tendrán miedo, pero tened mucho cuidado; no los ataquéis, porque yo no os daré nada de su tierra, ni lo que ocupa la planta del pie, ya que la montaña de Seír se la he dado en posesión a Esaú*. Los alimentos que comáis se los adquiriréis con dinero, y con dinero les compraréis también el agua que bebáis. Pues Yahvé tu Dios te ha bendecido en todas tus empresas: ha protegido tu marcha por este gran desierto, y hace ya cuarenta años que Yahvé tu Dios está contigo sin que te haya faltado nada.»
Ver contexto