Isaías 4, 4-6

Cuando el Señor haya lavado la inmundicia de las hijas de Sión, cuando haya por fin limpiado las manchas de sangre de Jerusalén con un viento justiciero y un viento desolador, creará entonces Yahvé, en todo lo que es el monte de Sión y en todo lugar de asamblea, una nube durante el día y un humo con brillo de fuego para iluminar la noche. Y por encima la gloria de Yahvé* será como toldo y tienda para sombra contra el calor diurno, para servir de abrigo y reparo contra el aguacero y la lluvia.
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