Jeremías  1, 6-10

Yo respondí: «¡Ah, Señor Yahvé! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho.» Pero Yahvé me dijo: No digas que eres un muchacho, pues irás donde yo te envíe y dirás todo lo que te mande. No les tengas miedo, que contigo estoy para protegerte —oráculo de Yahvé—. Entonces alargó Yahvé su mano y tocó mi boca. Después me dijo Yahvé: Voy a poner mis palabras en tu boca. Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y arrasar, para destruir y derrocar, para reconstruir y plantar.
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