Jeremías  32, 39-40

Les daré un solo corazón y una conducta cabal, de suerte que me respeten todos los días para bien de ellos y de sus descendientes. Pactaré con ellos una alianza eterna —que no revocaré después de ellos—: les procuraré el bien y haré que me respeten de corazón. De ese modo no se apartarán de mi lado.
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