Jeremías  48, 45-46

A la sombra de Jesbón se pararon sin fuerza los fugitivos, pues fuego salió de Jesbón y llamas de la casa de Sijón*, que devoraron las sienes de Moab y el cogote de la gente de Saón. ¡Ay de ti Moab! Estás perdido, pueblo de Camós, pues tus hijos son llevados al destierro y tus hijas conducidas al cautiverio.
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