Judas 1, 8-10

Igualmente éstos*, a pesar de todo, alucinados en sus delirios, contaminan su cuerpo, desprecian al Señorío* e injurian a las Glorias. En cambio, el arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés*, no se atrevió a pronunciar contra él juicio alguno injurioso, sino que dijo: «Que te castigue el Señor». Pero éstos injurian lo que ignoran, y se corrompen en las cosas que, como animales irracionales, conocen por instinto*.
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