Jueces 9, 50-54

Después marchó Abimélec contra Tebés*, la asedió y tomó. Había en medio de la ciudad una torre fortificada, en la que se refugiaron todos los hombres y mujeres, así como los señores de la ciudad. Cerraron por dentro y subieron a la terraza de la torre. Abimélec llegó hasta la torre, la atacó y alcanzó la puerta de la torre con ánimo de prenderla fuego. Entonces una mujer le arrojó una muela de molino a la cabeza y le partió el cráneo. Él llamó en seguida a su escudero y le dijo: «Desenvaina tu espada y mátame, para que no vayan por ahí diciendo que me ha matado una mujer.» Su escudero lo atravesó y murió.
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