Lucas 1, 64-67

Al punto se abrió su boca y se desató su lengua, y hablaba alabando a Dios. El temor se apoderó de todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaba lo sucedido. Todos cuantos lo oían quedaban impresionados y se decían: «¿Qué será este niño?» Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él*. Zacarías, su padre, quedó lleno de Espíritu Santo y profetizó* con estas palabras:
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