Lucas 21, 6-24

«De esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra, ni una que no sea derruida.» Le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo sucederá eso? ¿Cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?» Jesús respondió: «Mirad, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: ‘Yo soy’ y ‘El tiempo está cerca’. No les sigáis. Cuando oigáis hablar de guerras y revoluciones, no os aterréis. Es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.» Y añadió: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino; habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares; se verán cosas espantosas y grandes señales del cielo. «Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán; os entregarán a las autoridades de las sinagogas y os meterán en cárceles; y os conducirán ante reyes y gobernadores por mi nombre. Esto os sucederá para que deis testimonio. Pero no os propongáis preparar vuestra defensa, porque yo* os comunicaré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros. Todos os odiarán por causa de mi nombre, pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras vidas. «Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos*, sabed entonces que se acerca su desolación. Entonces, que huyan a los montes los que estén en Judea; los que estén en plena ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella. Porque éstos son días de venganza en los que se cumplirá todo cuanto está escrito*. ¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos días! «En efecto, habrá una gran calamidad en el país, y cólera, que se cebará en este pueblo. Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por las naciones, hasta que el tiempo de las naciones llegue a su cumplimiento*.
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