Mateo 23, 34-36

Por eso, pienso enviaros profetas, sabios y escribas*: a unos los mataréis y los crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad, para que se os pida cuentas de toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del inocente Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías*, a quien matasteis entre el Santuario y el altar. Os aseguro que todo esto recaerá sobre esta generación.
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