Salmos 68, 1-6

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Del maestro de coro. De David. Salmo. Cántico.

[[2]] Dios se levanta, se dispersan sus enemigos, huyen de su presencia los que lo odian. [[3]] Como se disipa el humo, los disipas; como se derrite la cera ante el fuego, los malvados perecen ante Dios. [[4]] Pero los justos se alegran alborozados ante Dios, y saltan de alegría. [[5]] Cantad a Dios, tañed en su honor, abrid paso al que cabalga en las nubes; su nombre es Yahvé, exultad ante él. [[6]] Padre de huérfanos, tutor de viudas es Dios en su santa morada; [[7]] Dios da un hogar a los desvalidos, abre a los cautivos la puerta de la dicha, mas los rebeldes moran en suelo estéril.
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