Eclesiástico 31, 5-10

Quien ama el oro no quedará exento de culpa; quien anda tras el lucro en él se extraviará*. Muchos se arruinaron a causa del oro, y se encontraron cara a cara con la ruina*. Es una trampa* para los que le ofrecen sacrificios; todos los insensatos quedan atrapados en ella. Dichoso el rico de conducta intachable, que no corre tras el oro*. ¿Quién es? Vamos a felicitarle, pues ha hecho maravillas en su pueblo. ¿Quién sufrió esta prueba y siguió siendo íntegro? Será para él motivo de gloria. ¿Quién pudo transgredir la ley y no la transgredió, hacer mal y no lo hizo?
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