Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
34. Juicio Sobre Edom.
Este capítulo forma con el siguiente una unidad literaria. En el c.34 se trata del juicio sobre Edom, mientras que en el c.35 del retorno de Israel del exilio. La autenticidad isaiana de ambos fragmentos es negada por muchos autores. La animosidad rabiosa contra los edomitas parece explicarse mejor después de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor en el 586. Por otra parte, hay muchas semejanzas literarias con los c.40-66, atribuidos al Deutero-Isaías, y con fragmentos de Sofonías y Jeremías.
Juicio sobre las naciones (1-4).
1 Acercaos, pueblos, y oíd; prestad atención, naciones; oiga la tierra y cuantos la llenan, el mundo y cuanto en él se produce. 2 Porque está irritado Yahvé contra todas las naciones, airado contra todo el ejército de ellas. 3 Los destina al exterminio, los entrega a la matanza, y sus muertos quedarán abandonados, exhalarán sus cadáveres un olor fétido, y se derretirán los montes por la sangre de ellos. 4 La milicia de los cielos se disuelve, se enrollan los cielos como se enrolla un libro, y todo su ejército caerácomo caen las hojas de la vid, como caen las hojas de la higuera. El tono de esta sección es netamente apocalíptico y escatológico. Se apostrofa a los pueblos y naciones en general para asistir al juicio de Dios sobre las naciones todas de la tierra:
el mundo y todo cuanto en él se produce. El estilo es grandilocuente y sobre-cogedor. Dios va a descargar su furor sobre
el ejército de las naciones (v.2), e.d., toda la humanidad, concebida como una pupulación de seres. Dios los ha destinado al
exterminio; literalmente los ha condenado al
jerem o anatema, que en la literatura bíblica equivale a la total destrucción. Cuando se tomaba una ciudad y sobre ella se declaraba el
jerem, todo debía ser destruido, como consagrado a Dios, y nadie podía aprovecharse del botín1. La carnicería será tan descomunal, que hasta los
montes se derretirán por la sangre de ellos (v.3); e.d., los montes se convertirán en una masa húmeda al ser penetrados de la sangre de los muertos. La hipérbole es desorbitada y oriental, para resaltar la magnitud de la catástrofe. El mismo mundo sideral es asociado a la gran catástrofe:
la milicia de los cielos (v.4), e.d., el ejército de los astros, se descompone y se
enrollan los cielos como un libro 2. Los cielos eran concebidos como una masa compacta extendida y abierta sobre la tierra. Dios ahora la enrolla como un libro, haciéndolos desaparecer, y las estrellas (
su ejército),
al no encontrar sostén, se caerán una a una como las hojas de la vid y de la higuera en el otoño.
La matanza de los edomitas (5-8).
5 Porque mi espada se empapó en los cielos, he aquí que va a descender sobre Edom, sobre el pueblo que he destinado al exterminio, al juicio. 6 La espada de Yahvé está llena de sangre, está encebada en grasa, en sangre de corderos y machos cabríos, en grasa de los ríñones de los carneros, porque hace Yahvé un sacrificio en Bosra y una gran matanza en la tierra de Edom. 7 Y caerán con ellos los búfalos, y los novillos con los toros. Su tierra está borracha de sangre, y su polvo engordado con grasa. 8 Porque es para Yahvé un día de venganza, un año de desquite para la causa de Sión. El profeta presenta a Dios empapando su espada vengadora en los
cielos, e.d., templada en la cólera de Dios, que habita en los cielos, y dispuesta a descargar sobre Edom, el tradicional enemigo de Israel desde los tiempos de su peregrinación por el desierto 3. La negativa de los edomitas a dejar paso a los israelitas cuando avanzaban hacia Canaán quedó en la memoria del pueblo escogido. Después, en la historia de Israel, repetidamente sometió a Edom, pero éste, al fin, se desquitó de sus humillaciones después de la conquista de Jerusalén por Nabucodonosor en el 586. Los profetas posteriores al exilio hacen alusión repetidas veces a esta conducta innoble de los edomitas para con el pueblo judío vencido 4. En el oráculo aterrador de Isaías, Dios va a empezar la matanza cebando la espada en
sangre de corderos y machos cabríos, e.d., los habitantes de Edom, llamados así despectivamente, porque Yahvé va a realizar un sacrificio cruento en
Bosra, capital de Edom5, hoy día
el-Buseireh, al sudeste del mar Muerto, cerca de Petra. Los
búfalos son quizá los representantes de la clase alta de la sociedad edomita. La expresión
los novillos con los toros (v.7) podría designar a las diferentes clases sociales, las bajas y las altas. La idea es la de un exterminio general de la población de Edom. Será un
día de venganza por parte de Yahvé (v.8), y, además, un
año de desquite para la causa de Sión. Tanto había sufrido Judá de los edomitas, que era necesaria esta intervención de la justicia divina para vengar los ultrajes recibidos.
Nuestra sensibilidad cristiana se rebela contra estas fuertes imágenes vengativas en manos de un autor inspirado, pero no debemos perder de vista que son hipérboles orientales que nunca se han de tomar a la letra, y, por otra parte, que aún estaban los profetas muy lejos del ideal de la perfección cristiana del Nuevo Testamento. Ellos, con estas imágenes feroces, no quieren sino hacer resaltar la intervención de la mano justiciera de Dios sobre los enemigos de su pueblo, porque se oponían a su proceso histórico, que debía desembocar en el mesianismo.
Abandono de Edom (9-15).
9 Y sus torrentes se convertirán en pez, y su polvo en azufre, y será su tierra como pez que arde día y noche; 10nunca se extinguirá, subirá su humo perpetuamente. Será asolada de generación en generación, y nadie pasará más por ella. 11 Se adueñarán de ella el pelícano y el mochuelo, la habitarán la lechuza y el cuervo, y echará Yahvé sobre ella las cuerdas de la confusión y la plomada de la desolación; 12 y habitarán en ella los sátiros, y todos sus nobles dejarán de existir6. Allí ya no habrá reino, y desaparecerán todos sus príncipes. 13 Y en sus palacios crecerán las zarzas, en sus fortalezas las ortigas y los cardos, y serán morada de chacales y refugio de avestruces. 14Perros y gatos salvajes se reunirán allí, y se juntarán allí los sátiros. También allí Lilit descansará y hallará su lugar de reposo. 15Allí hará su nido la serpiente y pondrá, incubará y sacará sus huevos; allí se reunirán también los buitres y se encontrarán unos con otros. Impresionante descripción del efecto de la maldición divina, que lo convertirá todo en desolación y ruinas. Como Sodoma y Gomorra será devastada la tierra de Edom. Las imágenes de
pez y
azufre como elementos de desolación eran tradicionales en la literatura bíblica7, y, naturalmente, no se han de tomar a la letra, sino como símbolo de máxima desolación. Después de la intervención divina, Edom quedará como una gran hoguera inextinguible (v. 10). También la frase de que Edom no ha de ser habitada
de generación en generación pertenece al ámbito de la hipérbole a la que nos tiene habituados el autor sagrado. Al ser abandonada de los habitantes quedarán como moradores de aquellas regiones los animales y bestias salvajes. La descripción es muy variada y mucho más completa que en otros pasajes bíblicos paralelos 8. Los sátiros eran los faunos de la mitología griega, o animales de forma caprina y humana. Dios ha echado sobre Edom
la cuerda de la confusión y la plomada de la desolación (v.11). La imagen parece aludir al arquitecto que después de examinar un edificio lo considera como ruinoso irreparable y decide demolerlo totalmente 9. Las palabras empleadas en hebreo para indicar este estado son el
tohu y
bohu del primer capítulo del Génesis, que designan un estado caótico total. Entre los seres que andarán vagando por las ruinas de Edom figura
Lilit, genio demoníaco femenino asiro-babilónico que, según la opinión popular, andaba de noche molestando a los vivientes, atacando especialmente a los niños. Era una especie de fantasma nocturno que no dejaba en paz a los hombres, pero que tenía preferencia por los lugares desiertos y abandonados; por eso en las ruinas de Edom
hallará su lugar de reposo (v.14) 10.
Confirmación de la profecía (16-17).
16 Buscad en el libro de Yahvé y leed: No faltará ninguno de ellos, porque lo ha mandado la boca de Yahvé, y su soplo los ha reunido. 17 El mismo ha echado a suertes entre ellos, y su mano la ha repartido con la cuerda de medir; la poseerán por siempre y la habitarán de generación en generación. El profeta invita a sus oyentes a ver la confirmación de sus oráculos en un
libro de Yahvé, que parece ser reconocido oficialmente por todos; quizá sea la primera alusión a una colección canónica de Escrituras. El hecho de haber sido recogidas sus profecías en ese
libro es una garantía para el profeta de que se cumplirán al pie de la letra. No
faltará ninguno de ellos: los animales antes mencionados que se establecerán en Edom. Yahvé mismo ha echado en suertes la distribución de la parte que pertenezca a cada animal en esa región (v.17), los cuales la habitarán por siempre 11.
1 Cf. Jos 7:1s. 2 La imagen está basada en la forma de los libros antiguos, que se cerraban como un rollo y se abrían desplegándolos. 3 Cf.
Num_20:10. 4 Cf.
Eze_35:1. 5 Cf.
Amo_1:12;
Jer_49:13.22;
Isa_63:1;
Gen_36:33. 6 La frase y habitarán en ella los sátiros, y todos sus nobles dejarán de existir no está en el hebreo, pero sí en el griego. 7 Cf.
Gen_19:24. 8 Cf.
Isa_14:23;
Jer_50:39;
Sof_2:14. 9 Cf.
2Re_21:13;
Lam_2:8. 10 Cf.
Mat_12:43 ;
Tob_8:3. 11 Algunos autores suponen que estos dos últimos versículos constituyen un fragmento aparte y que se refieren a la distribución de la Tierra Santa entre los israelitas rescatados.