II Reyes  22, 8-10

El sumo sacerdote Jelcías, dijo al cronista Safán:
– He encontrado en el templo el libro de la ley. Entregó el libro a Safán, y éste lo leyó. Luego fue a dar cuenta al rey:
– Tus siervos han juntado el dinero que había en el templo y se lo han entregado a los encargados de las obras. Y le comunicó la noticia:
– El sacerdote Jelcías me ha dado un libro.
Safán lo leyó ante el rey,
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