Eclesiástico 31, 1-22


Riqueza y honradez
13,15-24

Los desvelos del rico acaban con su salud,
la preocupación por las riquezas aleja el sueño. Las preocupaciones no lo dejan dormir
lo perturban más que grave enfermedad. El rico trabaja por amontonar una fortuna,
y si descansa es para entregarse a los lujos el pobre trabaja, y le faltan las fuerzas,
y si descansa, pasa necesidad. El que codicia el oro no quedará sin castigo,
el que ama el dinero se extraviará por él. Muchos quedaron aprisionados por el oro
y se entramparon por las perlas,
pero no les sirvieron para librarlos de la desgracia
ni para salvación el día de la cólera. Son una trampa para el necio,
el inexperto se enreda en ella. Dichoso el hombre que se conserva íntegro
y no se pervierte por la riqueza. ¿Quién es? Vamos a felicitarlo,
porque ha hecho algo admirable en su pueblo. ¿Quién en la prueba demostró ser perfecto?
Ése tendrá paz y tendrá honor.
¿Quién pudiendo desviarse no se desvió,
pudiendo hacer el mal no lo hizo? Su bondad está confirmada,
y la asamblea pronunciará su elogio.

Invitado
Prov 23,1-8

Hijo mío, invitado a la mesa de un rico,
no seas glotón ni comentes: Cuántas cosas. Piensa que el ojo envidioso es malo y que Dios lo aborrece;
nada se ha creado más triste que el ojo: por lo que sea, a él le toca llorar. Trata a tu vecino con delicadeza, como a ti mismo,
pensando en lo que a ti te desagrada; donde él mira no pongas tú la mano,
así no tropezarás con él en la fuente. Sírvete lo que te pongan delante, no seas glotón, y no quedarás mal;
piensa que tu vecino es como tú y come lo que te pongan. Termina el primero, como pide la educación,
y no seas insaciable, para que no te desprecien. Si estás entre muchos invitados,
no te sirvas antes que el vecino. Al hombre educado le basta poco,
y en la cama no se siente mal;
mientras que el insaciable sufre dolores,
insomnio, torturas, ahogo, diarreas; estómago que ha digerido tendrá sueño saludable,
por la mañana se levantará bien despierto. Si lo tienes cargado de comida,
levántate, vomita y sentirás alivio. Escucha, hijo mío, no me desprecies, y al final me darás la razón:
procede en todo con moderación, y no sufrirás desgracias.

23 Al huésped generoso lo bendicen los labios,
y su buena fama es duradera;

24 del huésped tacaño se murmura en la plaza,
y la fama de su mezquindad es duradera.


Vino
Prov 23,29-35

No te hagas el valiente con el vino,
que a muchos ha tumbado el alcohol.

26 El horno pone a prueba la obra del herrero,
el vino a los prepotentes cuando pelean.

27 El vino es vida para el hombre
si lo bebe con moderación.
¿Qué vida es ésa cuando falta el vino,
que fue creado desde el principio para alegrar?

28 Alegría, gozo y euforia es el vino
bebido a su tiempo y con moderación;

29 dolor de cabeza, tartamudez, deshonra
es el vino bebido con pasión e irritación.

30 Mucho licor enreda al necio:
lo deja sin fuerzas y lleno de heridas.

31 Mientras se bebe vino no reprendas al vecino,
ni te burles de él cuando está alegre;
no lo ofendas con tus palabras
ni lo humilles delante de los demás.
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