Eclesiastés 4, 1-3

También observé todas las opresiones que se cometen bajo el sol: vi llorar a los oprimidos sin que nadie los consolase, sin que nadie los consolase del poder de los opresores; y consideré a los muertos que ya han muerto más dichosos que los vivos que aún viven, y mejor que los dos el que aún no ha existido, porque no ha visto las maldades que se cometen bajo el sol.
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