Genesis 4, 17-24

Caín se unió a su mujer, que concibió y dio a luz a Henoc. Caín edificó una ciudad y le puso el nombre de su hijo, Henoc. Henoc engendró a Irad, Irad a Mejuyael, éste a Metusael y éste a Lamec. Lamec tomó dos mujeres: una llamada Ada y otra llamada Sila; Ada dio a luz a Yabal, el antepasado de los pastores nómadas; su hermano se llamaba Yubal, el antepasado de los que tocan la cítara y la flauta. Sila, a su vez, dio a luz a Tubalcaín, forjador de herramientas de bronce y hierro; tuvo una hermana que se llamaba Naamá. Lamec dijo a Ada y Sila, sus mujeres:
– Escúchenme, mujeres de Lamec,
pongan atención a mis palabras:
mataré a un hombre por herirme,
a un joven por golpearme. Si la venganza de Caín
valía por siete,
la de Lamec
valdrá por setenta y siete.
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