Hebreos 6, 10-12

ya que Dios es justo y no olvida sus obras ni el amor que mostraron en su Nombre sirviendo antes y ahora a los consagrados. Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre hasta el final el mismo entusiasmo, para alcanzar lo que esperan. No queremos que se vuelvan perezosos, sino imitadores de los que, por la fe y la paciencia, heredan las promesas.
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