Juan  12, 12-19


Entrada triunfal en Jerusalén
cfr. Mt 21,1-11; Mc 11,1-11; Lc 19,29-40

Al día siguiente, un gran gentío que había llegado para la fiesta, al saber que Jesús se dirigía a Jerusalén, tomaron ramas de palma y salieron a su encuentro gritando:
–¡Hosana,
bendito el que viene
en nombre del Señor,
el rey de Israel! Jesús encontró un burrito y montó en él. Como está escrito: No temas, joven Sión:
mira que llega tu rey cabalgando
una cría de asno. Esto no lo entendieron los discípulos en aquel momento. Pero, cuando Jesús fue glorificado, se acordaron de que todo lo que le había sucedido era lo que estaba escrito acerca de él. La gente que había asistido cuando llamó a Lázaro y lo resucitó de entre los muertos contaba el hecho. Por eso la gente salió a su encuentro, porque se enteraron de la señal que había realizado. En cambio, los fariseos comentaban entre sí:
– Ya ven que así no vamos a conseguir nada; todo el mundo se va con él.
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