Genesis 6, 10-20

Y engendró Noé tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Pervirtióse la tierra ante Yahvéh y se llenó de violencia. Miró Dios a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Dijo entonces Dios a Noé: He determinado acabar con todos, ya que por causa de ellos la tierra está llena de violencia, y voy a exterminarlos a ellos con la tierra. Fabrícate un arca de maderas resinosas. Harás compartimentos en el arca, y la calafatearás con pez por dentro y por fuera. La harás de esta manera: de trescientos codos será su longitud, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. Cubrirás el arca con un techo dejando bajo éste un tragaluz de un codo de altura, y colocarás la entrada del arca a un lado; y harás en ella un primero, un segundo y un tercer piso. Por mi parte, voy a traer el diluvio: las aguas sobre la tierra, para exterminar toda carne en la que hay hálito de vida debajo de los cielos; cuanto hay en la tierra perecerá. Pero contigo estableceré yo mi alianza, y entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. De todos los animales, de toda carne, introducirás en el arca dos de cada especie, para conservarlos en vida contigo; que sean macho y hembra. De las aves según su especie, de los animales domésticos según su especie y de todos los reptiles de la tierra según su especie, parejas de todos ellos entrarán contigo para salvar la vida.
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