Levítico 12, 1-4

Habló Yahvéh a Moisés, diciéndole: Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer que haya concebido y dé a luz un hijo varón, será impura siete días; será impura como en el tiempo de la menstruación. El día octavo será circuncidada la carne del prepucio del niño, pero ella permanecerá todavía en casa treinta y tres días para purificarse de la sangre; no tocará nada santo ni entrará en el santuario hasta que se cumplan los días de su purificación.
Ver contexto