Genesis 2, 15-20

Tomó, pues, Yahvéh -Dios al hombre, y lo instaló en el jardín de Edén para que lo cultivara y guardara. Y Yahvéh -Dios dio al hombre este mandato: De todo árbol del jardín podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, pues el día en que de él comieres, morirás sin remedio. Dijo Yahvéh -Dios: No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda que se acomode a él. Entonces Yahvéh -Dios formó del suelo todos los animales del campo y todas las aves de los cielos, y los condujo al hombre para ver qué nombre les daba; y todo ser viviente llevaría el nombre que le impusiera el hombre. El hombre impuso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero para el hombre no se encontró ayuda que se acomodara a él.
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