Genesis 8, 1-3

Se acordó Dios de Noé, de todos los, animales y de todas las bestias que estaban con él en el arca. Entonces hizo pasar Dios un viento sobre la tierra y fueron decreciendo las aguas. Cerráronse las fuentes del abismo y las compuertas de los cielos, y cesó la lluvia torrencial de los cielos. Se retiraban las aguas de sobre la tierra gradualmente, y menguaron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.
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