Marcos 9, 16-20

El les preguntó: «¿De qué estabais discutiendo con ellos?» Y uno de la multitud le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo, que está poseído de un espíritu mudo; y cuando se apodera de él, lo tira por tierra, y el niño echa espumarajos y rechina los dientes, y se queda rígido. Dije a tus discípulos que lo arrojaran, pero ellos no han podido.» Entonces él responde: «¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré entre vosotros? ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo.» Y se lo trajeron. Y apenas vio a Jesús inmediatamente el espíritu agitó al muchacho con violentas convulsiones, el cual, cayendo por tierra, se revolcaba echando espumarajos.
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