Mateo 24, 11-24

y surgirán muchos falsos profetas y engañarán a muchos, y con el crecer de la maldad, se enfriará el amor en muchos. Pero quien se mantenga firme hasta el final, éste se salvará. Y este Evangelio del reino será predicado en toda la tierra como testimonio para todos los pueblos. Y entonces llegará el final. Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, la anunciada por el profeta Daniel instalada en el lugar santo -entiéndalo bien el que lee-, entonces, los que estén en Judea huyan a los montes, y el que esté en la terraza no baje a recoger lo que hay en su casa, y el que esté en el campo no vuelva atrás para recoger su manto. ¡Ay de las que estén encintas y de las que estén criando en aquellos días! Rogad para que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado. Porque entonces será la tribulación tan grande, como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás. Y si no se abreviaran aquellos días, nadie se salvaría: pero en atención a los elegidos se abreviarán los días aquellos. Entonces, si alguien os dice: Mirad aquí al Mesías, o allí, no lo creáis, porque surgirán falsos profetas que harán grandes señales y prodigios, para engañar, si fuera posible, aun a los mismos elegidos.
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