Mateo 5, 31-47

y si tu mano derecha es para ti ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; porque más te vale perder uno solo de tus miembros, que ir todo tu cuerpo a la gehenna. También se dijo: El que despida a su mujer, déle certificado de divorcio. Pero yo os digo: todo el que despide a su mujer, excepto en caso de fornicación, la induce a cometer adulterio; y quien se casa con una despedida, comete adulterio. lgualmente habéis oído que se dijo a los antiguos: No jurarás en falso, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: no juréis en manera alguna ni por el cielo, porque es trono de Dios; ni por la tierra, porque es escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. ni tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Vuestro hablar sea: sí, sí; no, no. Lo que de esto excede, proviene del malo. Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo: No toméis represalias contra el malvado. Al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, preséntale también la otra, y al que quiera llevarte a juicio por quitarte la túnica, déjale también el manto, y si alguien te fuerza a caminar una milla, anda con él dos. Al que te pide, dale, y al que pretende de ti un préstamo, no lo esquives. Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, el cual hace salir el sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia sobre justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?
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