Mateo 6, 7-13

Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu aposento, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa. Cuando estéis orando, no ensartéis palabras y palabras, como los gentiles; porque se imaginan que a fuerza de palabras van a ser oídos. No os parezcáis, pues, a ellos, que bien sabe vuestro Padre lo que os hace falta antes que se lo pidáis. Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. venga tu reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano; y perdónanos nuestras deudas, como ya nosotros perdonamos a nuestros deudores.
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