Romanos  2, 6-10

«el cual retribuirá a cada uno según sus obras» (Sal 62,13): a quienes, siendo constantes en el bien obrar, buscan gloria, honra e inmortalidad, les dará vida eterna; pero a quienes, obstinándose en la rebeldía y resistiendo a la verdad, se entregan a la perversión, los hará objeto de ira y furor. Tribulación y angustia para todo hombre que se entrega al mal: tanto para el judío, primeramente, como también para el griego. Por el contrario, gloria, honra y paz a todo el que practica el bien: tanto para el judío, primeramente, como también para el griego.
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