Romanos  8, 31-33

¿Qué diremos, pues, a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que ni siquiera escatimó darnos a su propio Hijo, sino que por todos nosotros lo entregó, ¿cómo no nos lo dará también todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es quien justifica.
Ver contexto