Tito 2, 1-3

Tú, en cambio, predica lo que es conforme a la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, graves, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia. De igual modo, observen las ancianas un porte digno, no sean calumniadoras, ni esclavas del vino, sino maestras del bien,
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