Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
31. Testamento de Moisés.
Ultimas Disposiciones de Moisés: Elección de Josué (1-8).
1
Así que Moisés acabó de dirigir estas palabras a todo Israel, dijo de nuevo: 2
Yo ya tengo ciento veinte años; no puedo ya salir ni entrar; además, me ha dicho Yahvé: Tú no pasarás el Jordán. 3
Yahvé, tu Dios, pasará delante de ti, y destruirá delante de ti a todas esas gentes, y tú las heredarás. Josué pasará delante de ti, como te lo ha dicho Yahvé, 4
y hará Yahvé con ellos como hizo con Seón y Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, destruyéndolos; 5
y os los entregará Yahvé, y haréis con ellos conforme a todo cuanto yo os he mandado; 6
esforzaos, pues; tened ánimo y no temáis ante ellos ni les tengáis miedo, que Yahvé, tu Dios, va contigo, y no te dejará ni te desamparará. 7
Llamó, pues, Moisés a Josué y le dijo ante todo Israel: Esfuérzate y ten ánimo, porque tú has de entrar con este pueblo en la tierra que a sus padres juró Yahvé darles, y tú los pondrás en posesión de ella; 8
y Yahvé marchará delante de ti, estará contigo y no te dejará ni te abandonará; por esto no has de temer ni acobardarte.
Moisés, sintiéndose próximo a su muerte e imposibilitado, por sus años y por los designios divinos, para entrar en la tierra prometida, confía a su fiel lugarteniente Josué la misión de conducir a su pueblo hacia la etapa final. Los
ciento veinte años han de tomarse en números redondos. La vida de Moisés aparece dividida en tres períodos de cuarenta años: cuarenta años de estancia en Egipto, cuarenta años de estancia en el desierto con Jetró hasta el éxodo y, finalmente, cuarenta años de peregrinación por el desierto como libertador de su pueblo1. Esta distribución, pues, resulta artificial, como la de la vida de los patriarcas. El hagiógrafo
idealiza la historia conforme a determinados esquemas preconcebidos para destacar más la protección de Yahvé hacia sus elegidos. El deuteronomista presenta al gran profeta y caudillo salvador de Israel al término de su carrera, cumpliendo puntualmente los designios divinos, nombrando sucesor fiel y digno y muriendo a la vista de la tierra de promisión. Aarón primer sumo sacerdote había terminado sus días solemnemente en el monte Hor después de entregar sus ornamentos pontificales a su sucesor Itamar, y Moisés cerrará sus ojos en el monte Nebo después de delegar sus poderes al intrépido Josué, héroe de la conquista de Canaán. Al nombrar a su sucesor, le anima a proseguir y a hacer frente a los enemigos de Canaán, que con la asistencia divina serán derrotados, como lo fueron los reyes de TransJordania, Seón y Og (v.4). Las antiguas promesas divinas a los patriarcas han de cumplirse puntualmente,
porque Yahvé marchara delante del nuevo líder abriendo paso a los israelitas en la tierra de los cananeos. La historia del libro de Josué es como un comentario a estas promesas.
Lectura Periódica de la Ley (9-13).
9
Escrita esta Ley, entregósela Moisés a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevan el arca de la alianza de Yahvé, y a todos los ancianos de Israel, 10
mandándoles: Al fin de cada septenio, al llegar el año de la remisión, en la fiesta de los Tabernáculos, 11
cuando vendrá todo Israel a presentarse ante Yahvé, tu Dios, en el lugar que El elija, leerás esta Ley ante todo Israel, a sus oídos. 12
Reunirás al pueblo, hombres, mujeres y niños, y a todos los peregrinos que se hallen en tus ciudades, para que la oigan y aprendan a temer a Yahvé, vuestro Dios, y estén siempre atentos a cumplir todas las palabras de esta Ley. 13
Especialmente vuestros hijos, que nada saben de ella, habrán de oírla, para aprender a temer a Yahvé, vuestro Dios, todo el tiempo que viváis sobre la tierra a la cual os dirigís, en pasando el Jordán, para apoderaros de ella.
En el Deuteronomio se habla siempre de
discursos que Moisés dirigió a su pueblo. Aquí se trata de la
redacción escrita de esos discursos que comprenden la Ley. Esta fue entregada a los
sacerdotes, hijos de Leví, como depositarios oficiales de ella,
representantes de la autoridad religiosa, a los cuales, a su vez, incumbía enseñarla al pueblo2. Junto a ellos aparecen los
ancianos, representantes de la autoridad civil. El legislador dispone que cada siete años (
año de remisión, v.10) se lea esta Ley al pueblo en la fiesta de los Tabernáculos, cuando ya habían terminado las faenas agrícolas (septiembre-octubre). Era una especie de misión popular en la que se recordaban las obligaciones del pueblo para con Dios. La
Ley objeto de la lectura pública debía de ser una selección de los discursos deuteronómicos. En
2Re_23:25 se habla de la lectura del
libro de la Ley hallado en los cimientos del templo, y en Neh 8,is se vuelve a hablar de la lectura pública de la Ley. él israelita debe conformar su vida al módulo exacto de la Ley, que
restaura el alma, es perfecta, sus ordenaciones son rectas y alegran los corazones3.
La Futura Apostasía de Israel (14-30).
14
Entonces dijo Yahvé a Moisés: Mira que ya se acerca para ti el día de tu muerte; llama, pues, a Josué, y esperad a la entrada del tabernáculo de la reunión que le dé yo mis órdenes. Fueron, pues, Moisés y Josué y esperaron a la entrada del tabernáculo de la reunión. 15
Aparecióse Yahvé en el tabernáculo, en la columna de nube, a la entrada del tabernáculo, 16
y dijo Yahvé a Moisés: He aquí que vas ya a dormirte con tus padres, y este pueblo se levantará y se prostituirá ante dioses ajenos, los de la tierra adonde va, y me dejará y romperá mi pacto, el que con él he hecho; 17
y se encenderá entonces mi furor contra él, y yo los abandonaré y esconderé de ellos mi rostro, y los devorarán, y vendrán sobre ellos muchos males y aflicciones; y entonces se dirán: ¿No es por no estar ya mi Dios en medio de mí por lo que sobre mí han venido todos estos males y aflicciones? 18
Y yo entonces ocultaré mi rostro de ellos por tanto mal como hicieron yéndose tras otros dioses. 19
Escribid, pues, este cántico; enseñádselo a los hijos de Israel, ponédselo en su boca, para que este cántico me sirva de testimonio contra los hijos de Israel; 20
porque cuando yo los haga entrar en la tierra que con juramento prometí a sus padres, tierra que mana leche y miel; cuando hayan comido y se hayan hartado y hayan engordado, se volverán a otros dioses y los servirán, y a mí me despreciarán y romperán mi alianza. 2
lY cuando venga sobre ellos una muchedumbre de males y aflicciones, este cántico dará testimonio contra ellos, porque no se dará al olvido en la boca de sus descendientes. Porque yo conozco su índole y veo lo que hoy hace aun antes de haberle introducido en la tierra que juré darles. 22
Escribió, pues, Moisés este cántico aquel día y se lo enseñó a los hijos de Israel. 23
A Josué, hijo de Nun, le mandó y le dijo: Esfuérzate y ten ánimo, que tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les he jurado y yo seré contigo. 24
Y, acabado que hubo Moisés de escribir en un libro las palabras de esta Ley hasta terminarla, 25
mandó a los levitas que llevaban el arca de la alianza de Yahvé, diciendo: 26
Tomad este libro de la Ley y ponedlo en el arca de la alianza de Yahvé, vuestro Dios; que esté allí como testimonio contra ti; 27
porque yo conozco tu rebeldía y tu cerviz; aun viviendo yo hoy con vosotros, sois rebeldes a Yahvé, ¡cuánto más después que yo muera! 28
Congregad a todos los ancianos de vuestras tribus y a vuestros escribas, que quiero proferir, oyéndolo ellos, estas palabras, invocando como testigos contra ellos a los cielos y a la tierra; 29
pues sé bien que después de mi muerte os pervertiréis del todo y os apartaréis del camino que os he mandado, y que en tiempos venideros os alcanzará la desventura por haber hecho lo que es malo a los ojos de Yahvé, irritándole con las obras de vuestras manos. 30
Moisés pronunció a oídos de la asamblea de Israel las palabras de este cántico hasta el fin.
El deuteronomista se muestra obsesionado por la idea de la prevaricación idolátrica de Israel. Unas veces es el temor de que se deje llevar del culto idolátrico, otras es la certidumbre de su prevaricación. Yahvé revela a su profeta el futuro prevaricador de su pueblo, por lo que
esconderá su rostro de él, es decir, se apartará, privándole de su protección.
La declaración de Yahvé es solemne, y por eso Moisés y Josué deben presentarse ante el tabernáculo de la reunión para recibir sus órdenes concretas para que las pongan por escrito. En 3:28 se alude a la orden de establecer a Josué como sucesor de Moisés. Según
Num_27:15-23, Moisés impuso sus manos sobre su sucesor, delegándole su poder ante el sacerdote Eleazar. La declaración actual del deuteronomista puede considerarse como una confirmación del nombramiento anterior4.
El
cántico que Moisés debe poner por escrito debe ser como un testimonio profético de las prevaricaciones futuras de Israel, que se
prostituirá (v.16) a dioses extranjeros. Yahvé es su verdadero esposo, pero el pueblo israelita espera encontrar en los ídolos cana-neos la bendición para su tierra5. Por ello será abandonado de Yahvé, que
esconderá su faz, dejándole desamparado ante sus enemigos. La consecuencia serán los infortunios que tendrá que sufrir en medio de las gentes.
El v.30 es la introducción al cántico que el deuteronomista pone en boca de Moisés como vaticinio de las prevaricaciones futuras de Israel.
l Cf.
Exo_7:7;
Deu_34:7. 2 Como a continuación se dice que estos
hijos de Leví deben transportar el arca, algunos autores suponen que la palabra
sacerdotes es inserción posterior de un elosista. 3 Sal 19:8-9. 4
No Pocos Autores creen que se. .trata de dos tradiciones distintas reflejadas en dos documentos: JE y P. 5 Sobre el símil de las relaciones matrimoniales de Yahvé e Israel véase Os c.1-3; sobre la expresión
prostitución y fornicación espiritual véanse
Exo_34:15-16;
Lev_17:7;
Lev_20:5;
Num_15:39