Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
14. Leyes Complementarias.
Condenación de ciertas supersticiones (1-2).
1
Vosotros sois hijos de Yahvé, vuestro Dios. No os hagáis incisiones ni os decalvéis entre los ojos por un muerto. 2
Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahvé, tu Dios, y te ha elegido Yahvé, tu Dios, para que seas su pueblo singular de entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra.
Con ocasión de los funerales por los muertos y de las calamidades públicas estaban en boga muchas prácticas supersticiosas. Una de ellas era la de hacerse incisiones en la carne, practicada, sobre todo, por los sacerdotes de Baal1. El ofrecimiento de la sangre a la divinidad tenía el sentido de ofrenda de la vida, cuyo vehículo es la sangre. Otra costumbre era la de cortarse los cabellos
entre los ojos, encima de la frente. Tenía también sentido idolátrico2. Todo esto se prohibe al israelita, porque pertenece a un
pueblo consagrado a Yahvé (v.2) por haber sido elegido por Dios entre todos los pueblos para ser un
pueblo singular, perteneciente de modo especial y exclusivo a El. Es el
primogénito de Yahvé3,
es una nación santa y un pueblo sacerdotal.4
Esto supone un grado de
santidad que incluye separación de los otros pueblos y acercamiento a Yahvé. Por eso no puede contaminarse con prácticas en honor de los ídolos. Supuesta la alianza, esto reviste los caracteres de un adulterio o prostitución religiosa.
La nación debe ser toda entera de Yahvé, sin compromisos con otras divinidades cananeas.
Animales Puros e Impuros (3-21).
3
No comas abominación alguna. 4
He aquí los animales que comeréis: el buey, la oveja y la cabra; 5
el ciervo, la gacela y el corzo; la cabra montes, el antílope, el búfalo, la gamuza; 6
todo animal que tenga la pezuña dividida, el pie hendido y rumie; 7
pero no comeréis los que solamente rumian ni los que solamente tienen la pezuña dividida y el pie hendido; el camello, la liebre, el conejo, rumian, pero no tienen la pezuña hendida; son inmundos para vosotros; 8
el puerco, que tiene la pezuña hendida, pero no rumia, es inmundo para vosotros. No comeréis sus carnes ni tocaréis sus cadáveres. 9
De los animales que viven en el agua comeréis los que tienen aletas y escarnías; 10
pero cuantos no tienen aletas y escamas no los comeréis; son para vosotros inmundos. 11
Comeréis toda ave pura. 12
He aquí los que no comeréis: el águila, el quebrantahuesos, el buitre, 13
el milano y toda suerte de halcones; 14
toda suerte de cuervos; 15
el avestruz, el mochuelo, la lechuza; 16
el ibis, el buho y el pelícano; 17
la cerceta, el mergo, la cigüeña; 18
la garza de todas clases, la abubilla y el murciélago. 19
Tendréis también por inmundo todo insecto alado; no lo comeréis. 20
Comeréis los volátiles puros. 21
No comeréis mortecino de ningún animal; podrás dárselo al extranjero que reside en tus ciudades o vendérselo; vosotros sois un pueblo consagrado a Yahvé, tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
En
Lev_1:1s, el texto
nos da a conocer la distinción entre animales puros e impuros, entre los que se podían comer y los que estaban prohibidos. La razón era la santidad del pueblo israelita, que debía abstenerse de tocar y comer cosa que no se considerase en consonancia con esa santidad. Aquí lo impuro es
abominable y no lo comerá el pueblo, consagrado a Yahvé. Se ha de distinguir de los demás pueblos por la pureza de su vida. Sin duda que en la determinación de animales puros o impuros hemos de ver un eco de creencias y costumbres ancestrales que hoy se nos escapan. Pero el legislador hebreo, recogiendo estas estimaciones populares, les da un sentido religioso de pureza legal, conforme a lo que se dice en
Lev_11:14 : Vosotros seréis santos, dice Yahvé, porque yo soy santo, y vosotros no debéis contaminaros.
Se enumeran tres categorías de animales:
a)
los cuadrúpedos (5-8);
b)
los animales acuáticos (9-10);
c)
los animales alados (11-20). No se mencionan los reptiles como en Lev 11. En general, la exposición de ellos es más ordenada y sintética que la de Lev 11. Se da la lista completa de los animales puros y los impuros. La identificación de algunos animales es problemática. Como regla general, se exige para que sean puros, entre los cuadrúpedos, que tengan la pezuña hendida y sean rumiantes. Ambas condiciones se exigen en el mismo animal. La apreciación de estas características es según la estimación popular, y, por tanto, no conforme a las catalogaciones científicas actuales5. Entre los animales acuáticos son permitidos los que tienen aletas y escamas, excluyéndose los otros, sin duda porque se parecen a los reptiles, como la anguila (v.9). Entre las aves no se establece una ley general, sino que se enumeran las que son puras y las impuras. Se prohíben todos los animales carnívoros que se alimentan de la carroña y los que habitan entre ruinas, supuesta morada de los demonios. Por eso el murciélago está incluido en la lista, por tener alas y por morar entre ruinas. Se prohíben también los insectos en general, quizá porque se arrastran sobre materias en descomposición6.
Queda prohibido lo
mortecino, es decir, el animal muerto de muerte natural. La razón parece ser porque no ha sido sangrado7. Pero se permite venderlo o darlo a comer al extranjero, lo que no estaba permitido en la legislación levítica8, sin duda porque se consideraba al extranjero como vinculado de algún modo a la comunidad teocrática de Israel.
Por fin se prohíbe
cocer el cabrito en la leche de su madre (v.21). Esta ordenación, que aparece repetida en otros lugares de la legislación mosaica9, puede explicarse por razón de piedad natural para con los animales, pues lo mismo que el legislador hebreo prohibía poner bozal al buey que ara, y más tarde, en los tiempos rabínicos, estaba prohibido matar el mismo día (con ocasión de la fiesta pascual) el cordero y su madre, así aquí se considera como demasiado cruel matar al cabrito y después prepararlo con la leche de su madre. Aparte de esta posible razón, hoy día los comentaristas creen ver aquí prohibida una práctica supersticiosa que tenía su origen en los cultos gentílicos. Según los textos de Ras Samra, uno de los ritos para congraciarse con la divinidad consistía en cocer un cabrito o cordero en leche10. Supuesto esto, el legislador hebreo con su prohibición pretendía extirpar una costumbre pagana con reminiscencias idolátricas11.
La Ley del Diezmo (22-29).
22
Diezmarás todo producto de tus sementeras, de lo que dé tu campo cada año; 23
y comerás delante de Yahvé, tu Dios, en el lugar que El elija para hacer habitar en él su nombre, el diezmo de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite, y los primogénitos de tus vacas y ovejas, para que aprendas a temer siempre a Yahvé, tu Dios; 24
pero si el camino fuere largo para poder llevarlos allá, por estar tú demasiado lejos del lugar que elija Yahvé para hacer habitar en él su nombre, cuando Yahvé te bendiga 25
lo venderás; y, tomando el dinero en tus manos, irás con él al lugar que Yahvé, tu Dios, elija. 26
Allí comprarás con dinero lo que desees: bueyes, ovejas, vino u otro licor fermentado, lo que quieras; y comerás allí, delante de Yahvé, y te regocijarás tú y tu casa. 27
No dejarás de lado al levita que mora en tu ciudad, porque él no tiene parte ni heredad contigo. 28
Al fin de cada tercer año separarás todos los diezmos de los productos de aquel año y los depositarás en tu ciudad; 29
allá vendrá el levita que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que haya en tus ciudades, y comerán y se saciarán, para que Yahvé, tu Dios, te bendiga en todas las obras de tus manos.
En
Lev_27:30s y
Num_18:20s aparece esta ley del diezmo, la cual asignaba para sustentación de los levitas y sacerdotes la décima parte de los frutos del campo. Muy otra es la idea que aquí se nos da del diezmo. No se puede hablar de la
décima parte, sino de una parte de las primicias del trigo, vino y aceite, así como de los primogénitos de las ovejas y vacas que han de ser consumidos en el santuario. Este acto era como un reconocimiento de que aquellos bienes eran debidos a Yahvé, y por ellos se le daba las gracias. Como en todos los actos de esta índole, debe ser invitado al festín el levita que mora en la ciudad del oferente, por no tener
heredad propia en Israel. El diezmo no tiene aquí el carácter de
tributo al sacerdocio, sino de ofrenda a Yahvé y de
limosna al levita, al que se le equipara al necesitado, como el huérfano, la viuda y el extranjero. Esto prueba que la ley de los diezmos del
código sacerdotal es el término de un proceso en la legislación. El diezmo empieza por ser una
ofrenda libremente estimada y acaba por convertirse en
tributo tasado por la ley12.
Se establece un diezmo especial cada tres años en beneficio de los levitas, extranjeros, viudas y huérfanos (v.28-29). El diezmo anterior tenía lugar todos los años, y tenía el carácter de un festín para los oferentes en el santuario. Debemos tener en cuenta que la palabra
diezmo se ha de tomar en sentido amplio, no como la
décima parte estricta de los frutos13.
En esta ley relativa al
diezmo se echa de ver el progreso legislativo en Israel. Era el
diezmo la unidad de medida usual en la antigüedad para determinar la tributación voluntaria o impuesta por la autoridad. Guando Samuel trata de disuadir al pueblo, que pedía un rey como las otras naciones, les decía que el rey
diezmaría sus eras y sus viñas en beneficio de sus eunucos y servidores14. En la historia de los Macabeos se dice que los reyes sirios condonan a Jerusalén el
diezmo que debía pagar como tributo15. Es discutible si la palabra
diezmo tiene siempre un valor aritmético estricto o simplemente como expresión de un tributo. En el dominio religioso, el
diezmo aparece en los albores de la historia de Israel. Abraham, al volver victorioso de su campaña contra los reyes orientales, ofreció el
diezmo de todo el botín al Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Altísimo16. Son los
opima expolia de los autores romanos, lo mejor del botín, que en la guerra de los madianitas se tasó en 1:500 de la parte recibida por los combatientes y en 1:50 de la que recibieron los que se quedaron en retaguardia17. Jacob ofreció también el
diezmo de lo que le otorgara Yahvé18. Al volver, no sabemos que cumpliera este voto, sino que ofreció sacrificios a Dios, que le había ayudado19.
En el
código de la alianza no aparece la palabra
diezmo. Lo que la Vg traduce por
decimas et primicias, los LXX traducen por
primicias de la era y del lagar20. El Deuteronomio nos habla varias veces de los
diezmos. Primeramente se ordena que se lleven al santuario único, elegido por Yahvé, los holocaustos, sacrificios pacíficos,
diezmos y
oblaciones21
. Sin embargo, los LXX nos ofrecen otros textos en que no se habla de diezmos, sino de primicias. Pero en 14:22s ciertamente se habla de los
diezmos, que comerán
delante de Yahvé en el lugar por El escogido. Este diezmo es el de la tierra, es decir, del trigo, del mosto y del aceite, más los primogénitos de los ganados. Pero no es un
tributo ofrecido a los sacerdotes, sino una
ofrenda de los fieles a Dios para comerlo en su presencia y en reconocimiento de los beneficios recibidos. En caso de que el oferente more lejos del santuario, puede vender los frutos y ganados, y con el producto comprar lo necesario para el banquete-ofrenda en el santuario. Estos banquetes son verdaderos
ágapes, a los que deben ser invitados los necesitados o pobres de solemnidad, como los levitas, el huérfano, la viuda y el extranjero. Sin duda que aquí
diezmo tiene el sentido general de
primicias, pues no podemos pensar que en un banquete se gastaran los
diezmos tomados en sentido estricto. En el c.26 se ordena que se pongan en un cesto las primicias de todos los frutos del suelo y presentarlos al sacerdote, dejándolos ante Yahvé. Esta es la ofrenda ordinaria en beneficio del sacerdote. Así, pues, el diezmo tributo aparece por primera vez en
Lev_27:30s, donde se declara cosa santa, como consagrada a Yahvé, el diezmo de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como de los frutos de los árboles. Las décimas del ganado mayor y menor, de todo cuanto pasa bajo el cayado, son de Yahvé. Pero en
Num_18:21s, donde se promulga la ley del
diezmo, después de declarar los deberes de los levitas, escogidos por Yahvé, en vez de los primogénitos de Israel, para servir a Dios en su santuario, se añade: Yo doy como heredad a los hijos de Leví todos los diezmos de Israel por el servicio que prestan... Por ley perpetua entre vuestros descendientes, no tendrán heredad en medio de los hijos de Israel, pues yo les doy por heredad los diezmos que los hijos de Israel han de entregar a Yahvé. En teoría, la
heredad no era pequeña, pues siendo doce las tribus obligadas a pagarlo, los levitas venían a recibir doce décimas partes. Pero del total de ello debían entregar a los sacerdotes el
diezmo. Así se determina en el pacto estipulado por Nehemías22. La ley no se cumplió, y el servicio del templo quedó abandonado23. Tobías, sin embargo, aparece cumpliendo puntualmente la ley24. Pero esto eran excepciones honrosas, ya que la masa del pueblo se olvidaba de esta ley, como lo declara el profeta Malaquías25.
Podemos, pues, señalar varias etapas en la legislación sobre los diezmos:
a)
primeramente era una ofrenda voluntaria de los bienes recibidos;
b)
en el Deuteronomio esta práctica se acentúa, haciendo hincapié en el espíritu de misericordia hacia los levitas, instituyendo un diezmo trienal en beneficio de éstos y de los necesitados;
c)
finalmente, el diezmo se convierte en un
tributo teóricamente obligatorio, que se paga a Dios en beneficio de sus ministros; legislación le-vítica que parece reflejar la práctica postexílica.
1 Cf.
1Re_18:28;
Ose_7:14; véase M. J. Lagrange.o.c., p.277-279. 2
Isa_3:24;
Lev_19:27;
Jer_9:25;
Jer_9:25.23;
Jer_49:32. 3
Exo_4:22. 4
Exo_19:6. 5 Véase la lista en Lev 11. 6
Lev_11:10;
Gen_1:20. 7 Cf.
Lev_17:15. 8
Lev_17:15 9
Exo_23:19;
Exo_34:26;
Deu_14:21. 10 Cf. RB (1937) 550. 11 Los autores no concuerdan al determinar la prioridad de la legislación levítica y la deuteronómica sobre esta división de animales puros e impuros. Parece que ambos documentos dependen de una fuente común, que ha sido retocada según dos distintas tradiciones. 12 Cf.
Neh_10:375;
Tob_1:6s. 13
Deu_26:12-15. 14
1Sa_8:15. 15
1Ma_10:31;
1Ma_10:35. 16
Gen_14:20. 17
Num_31:25s. 18
Gen_28:20s. 19 Gén 35:1s. 20
Exo_22:29. 21
Deu_12:6. 22
Neh_10:373;
Neh_12:44. 23
Neh_13:12;
2Cr_31:5s. 24
Tob_1:5s. 25
Mal_3:8s.