Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
30. La Alianza con Egipto.
Los Tiempos Mesiánicos.
El profeta era opuesto a toda política extranjera que pudiera comprometer los intereses del pueblo de Dios; por eso aquí se opone a la alianza con Egipto, que no les habría de reportar sino desastres, pues ni con ella podrán hacer frente a la inminente invasión asiría.
Inutilidad de la alianza con Egipto (1-5).
1 ¡Ay de los hijos rebeldes, dice Yahvé, que toman consejo, pero no de mí; que derraman libaciones, pero no según mi espíritu, añadiendo pecados a pecados! 2Toman el camino para bajar a Egipto sin haber consultado a mi boca, para refugiarse al amparo del faraón, para abrigarse a la sombra de Egipto. 3Pero el amparo del faraón será vuestra vergüenza, y el abrigo a la sombra de Egipto será vuestra confusión, 4 pues cuando estén sus príncipes en Zoán y lleguen sus embajadores a Janes, 5 todos quedarán burlados por el pueblo, que de nada les servirá, ni podrá socorrerlos ni ayudarlos, mas será su vergüenza y su ignominia. El apostrofe empieza con un calificativo que es familiar a Isaías en los primeros capítulos del libro (1.2.4),
rebeldes, aplicado a los israelitas, en cuanto desprecian sus leyes, despreciando la protección paternal de Yahvé, buscando ayuda en una nación extranjera, Egipto;
derraman libaciones8, e.d., hacen pactos con acompañamiento de libaciones rituales, y
no según mi espíritu, a saber, no conforme a las instrucciones dadas a los profetas, sus representantes en lo tocante a la política de Dios, que no es otra sino confiar en El. Esta conducta del pueblo suponía añadir
pecados a pecados sobre los ya habituales en Judá. Ya han partido los embajadores a buscar la protección de Egipto sin consultar la
boca de Dios (v.2), e.d., a sus profetas y sus representantes. Los profetas eran la
boca de Yahvé, en cuanto transmitían sus mensajes al pueblo. Pero de nada servirá esta embajada a Egipto, pues sólo les traerá
confusión y
vergüenza (í·3); ya que nada podrá Egipto contra la invasión asiría. Los faraones de la 25 dinastía egipcia, que eran los que reinaban en este tiempo, fueron extremadamente desafortunados en sus luchas con Asiría. Isaías sabía su debilidad, y por eso pone en guardia a su pueblo cuando tratan de buscar
amparo. y abrigo a la sombra de Egipto (v.3); cuando sus
príncipes estén en Zona y. sus
embajadores en Janes (v.4), serán defraudados ante la impotencia de un pueblo que
de nada les servirá (v.5), y por eso les será ocasión de
vergüenza e ignominia. Zona es Tainas (19:11), al sudeste del Delta, en su parte extrema.
Janes, generalmente identificada con la localidad llamada en egipcio
Hines, y ahora
Aúnas, que a su vez en tiempos helenísticos era llamada
Heracleópolis Magna, al sur de Menfis, cerca de El Cairo actual. Ambas ciudades podían considerarse como los extremos del Bajo Egipto 9. Los embajadores, pues, de Judá recorren todo el Bajo Egipto buscando ayuda, pero todo en vano, porque el pueblo egipcio
no podrá socorrerlos ni ayudarlos 10.
Impotencia de Egipto (6-7).
Suele considerarse este oráculo, que empieza con la frase enigmática
Oráculo de las bestias del Negueb, como distinto del anterior, si bien es paralelo en el contenido, e.d., alusión a una embajada judía a Egipto. El estilo es enigmático, parecido al de los c.21-22. No son pocos los autores que consideran el título
Oráculo de las bestias del Negueb como adición de algún escriba posterior, como introducción al fragmento isaiano, que se presentaría como un bloque errático sin introducción especial.
6 Oráculo de las bestias del Negueb a través de una tierra de angustia y de tribulación, de donde salen el león y la leona, la víbora y el dragón volador. Llevan a lomo de asnos sus riquezas, y sobre la giba de los camellos sus tesoros, para un pueblo que de nada sirve. 7 Porque el socorro de Egipto no es más que vanidad y nada; por eso le llamo: Rahab que está tranquilo. El profeta presenta a los embajadores de Judá en marcha hacia Egipto a través del Negueb, parte sur de Palestina, desde Bersabé hasta la frontera egipcia. Era una región desértica, donde habitaban bestias salvajes, entre ellas
leones, y el
dragón volador de la imaginación popular. Asaradón dice que durante su expedición a Egipto (670) encontró en ese desierto serpientes de dos cabezas, y Herodoto habla de serpientes aladas vistas por él en Egipto, y que procedían de esta región desértica de los alrededores de Suez ll. Isaías destaca la importancia que dan los judíos a esta embajada, que no se arredra ante peligros tan grandes a través del Negueb, y con todo detalle los presenta llevando sus
riquezas (v.6) a lomo de asnos y de
camellos para ganar a la corte egipcia. En todo esto hay un trasfondo de ironía, que refleja el alto costo que supone para Judá el mantener su política exterior meramente humana, cuando todo se arreglaría simplemente
con confiar en Yahvé y serle obedientes. Los judíos, en cambio, llevan todo esto
para un pueblo que de nada sirve (v.6). Egipto es tan inútil (
vanidad y nada, ?.7), que el profeta se atreve a darle el nombre de
Rahab esta tranquilo. Rahab es el nombre de un monstruo marino 12, que en hebreo significa arrogante, impetuoso, y tradicionalmente se aplicaba a Egipto como manifestación político-militar, llena de arrogancia y de desafío frente al otro coloso asirio. Aquí el profeta parece jugar con el significado de
Rahab (arrogante e impetuoso) aplicado a Egipto, y la realidad de la debilidad y somnolencia política de esta nación, en trance de desaparecer ante Asiría 13.
Obstinación del pueblo (8-14).
8 Ve, pues, y escribe en una tableta ante ellos, y consígnalo en un libro, para que sea en los tiempos venideros perpetuo y eterno testimonio14. 9Porque éste es un pueblo rebelde, hijos fementidos que no quieren escuchar la ley de Yahvé. 10Que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis cosas rectas; decidnos cosas halagüeñas, profetizadnos mentiras, 11apartaos del camino, quitaos del sendero, dejad de poner a nuestra vista el Santo de Israel. 12 Por eso así dice el Santo de Israel: Ya que rechazáis esta palabra y confiáis en iniquidades y falsedades y en ellas os apoyáis, 13por eso será para vosotros esta iniquidad como grieta que va a caerse, joroba en alto muro, cuyo derrumbamiento llega de repente, en un instante, 14y se rompe como sin piedad se rompe una vasija de alfarero, hasta no quedar siquiera un tejón para sacar fuego del hogar o para sacar agua de la cisterna. Fracasado su intento de querer ganar a sus compatriotas a la cordura, recibe la orden expresa de poner por escrito,
como testimonio eterno, un oráculo relativo al futuro de sus compatriotas, al menos para que sirva de prueba cíe su profecía para las generaciones futuras (cf. 8:16). El pueblo no quiere oír las predicaciones desagradables del profeta (v.10), y desea que tome un tono más contemporizador: Apartaos
del camino, e.d., de la conducta hasta ahora seguida por Isaías; pues no quieren nada con el Santo
de Israel. El profeta les recuerda esta denominación solemne que resume la realidad tremenda de Yahvé, santo, incontaminado, pero vinculado a los intereses históricos de su pueblo. Puesto que prefieren confiar en
iniquidades y falsedades (v.12), en alianzas políticas llenas de doblez y peligro para la religión de Judá, les anuncia la ruina inminente: el estado de cosas en Judá es tan ruinoso, que todo está a punto de crujir y caer, como muro resquebrajado (v.13), y la ruina será tan general, que no se podrá aprovechar nada de la actual situación, comparada a una vasija rota de la que no queda ni un
tejón (v.14.) para los usos más rudimentarios domésticos.
Verdadera y falsa política (15-17).
15 Porque así dice el Señor, Yahvé, el Santo de Israel: En la conversión y la quietud está vuestra salvación, y la quietud y la confianza serán vuestra fuerza; 16 pero no habéis querido, y habéis dicho: No, huiremos en caballos (por eso huiréis), y sobre ligeros (corceles) cabalgaremos. Por eso correrán veloces vuestros perseguidores. 17(Huirán) mil ante la amenaza de uno solo 15. Huiréis amenazados por cinco, hasta quedar como un mástil sobre la cumbre de un monte y como una bandera sobre una colina. La política de Dios, expresada reiteradamente por el profeta, no es otra que la
conversión a Yahvé sincera y la
quietud (v.15) o abstención de toda trama política humana respecto a posibles alianzas con pueblos extraños 16. Los compatriotas de Isaías se sienten arrogantes, y no quieren seguir la política del profeta, diciendo con autosuficiencia:
Huiremos en caballos (v.16), se sobrentiende contra el enemigo, y el profeta irónicamente les dice: Efectivamente huiréis, pero perseguidos por otros caballos más veloces que los que os prestarán los egipcios. Huirán despavoridos en desbandada:
mil ante la amenaza de uno solo (v.17). La frase recuerda la del cántico de Moisés: ¿Cómo puede uno solo perseguir a mil, y dos poner en fuga a diez mil? 17. Sólo quedará un
resto en la huida, como
un mástil sobre el monte abandonado.
Rehabilitación de Jerusalén (18-26).
Aquí parece cambiar la perspectiva profética. Muchos autores creen que es un oráculo posterior al mismo Isaías, si bien los argumentos meramente internos no son convincentes. En realidad, la complejidad psicológica de los profetas puede explicar cambios abruptos en las ideas.
18 Por eso os está esperando Yahvé para haceros gracia, y se levanta para tener misericordia de vosotros, porque es Yahvé Dios justo, y bienaventurados cuantos en El esperan. 19 Porque, pueblo de Sión, habitantes de Jerusalén, ya no llorarás más. Te hará gracia a la voz de tu clamor; al oírte te responderá. 20 Y el Señor os dará a comer el pan de la angustia y el agua de congoja. Ya no se ocultarán tus maestros, sino que con tus ojos los verás, 21 y oirás con tus oídos una palabra detrás de ti diciendo: Ese es el camino; anda por él cuando vayáis por la derecha o por la izquierda. 22 Tendréis entonces como inmundicia la plata que cubre vuestros ídolos y el oro que decora vuestras imágenes, y las tiraréis como cosa inmunda, diciendo: ¡Fuera! 23 Entonces te dará El la lluvia para la simiente que siembras en la tierra, y el pan que la tierra produzca será suculento y nutritivo. Entonces pacerán tus ganados en pastos pingües, 24 y los bueyes y los asnos que labran la tierra comerán forraje salado, aventado y bieldado. 25 Entonces, en todo monte alto y en todo collado elevado, habrá arroyos y corrientes de aguas al tiempo de la gran matanza, de la caída de las torres. 26 Y será entonces la luz de la luna como la luz del sol, y la luz del sol siete veces (mayor), como la luz de siete días, el día en que Yahvé vendará la herida de su pueblo y sanará la llaga de sus azotes. El profeta anuncia una época de perdón y de felicidad para su pueblo después del castigo, como es normal en la literatura profética. La misma miseria a que había sido reducido Sión será razón para que Yahvé se apiade de su pueblo (v.18).
Yahvé es ante todo un Dios justo (lit. Dios de juicio). Aquí se trata del
juicio purificador sobre el pueblo elegido para liberarlo de sus opresores; pero sólo sacarán provecho
de él los que confían en Dios (v.18). Dios estaba
esperando ansiosamente el momento de intervenir a favor de Sión después del castigo; y ahora los va a liberar; pero antes quiere que pasen por un período de penuria extrema, en que tendrán que comer
el pan de la angustia y el agua de la congoja (v.20), expresión bíblica corriente para designar los tiempos calamitosos en que la comida y bebida están tasadas 18. Después vendrá una época en que no se
ocultarán tus maestros (v.20); e.d., los profetas, encargados de dirigir al pueblo espiritualmente, podrán hablar públicamente sin necesidad de ocultarse, como hasta ahora; ellos serán como una voz amonestada que indica el camino recto que deben seguir cuando se desvíen a derecha o a izquierda (v.21). La expresión
detrás de ti parece aludir a la costumbre de los pastores, que van
detrás del rebaño, indicando el camino con sus gritos. Así harán los profetas con su pueblo para que no se descarríe 19. Por su parte, Israel abandonará sus ídolos, considerándolos como
inmundicia (v.22), y echándolos fuera como cosa indigna. Dios, en cambio, corresponderá a este gesto colmándoles de bendiciones materiales en el campo (v.23), enviando la lluvia benéfica para que el pan sea
suculento y nutritivo. Los pastos serán tan abundantes, que hasta los
bueyes y asnos que labran la tierra (aún hoy día se ven en Palestina uncidos un buey y un asno) se nutrirán de los mejores piensos imaginables:
forraje salado, aventado y bieldado (lit. aventado con pala y horca, para indicar el sumo cuidado con que ha sido escogido). El símbolo de la fertilidad edénica de la tierra será la abundancia de agua en las colinas y montañas (v.25), la ilusión máxima de un pobre
fellah palestiniano. Y todo ello tendrá lugar
al tiempo de la gran matanza, e.d., después del juicio de Dios (27:1-7; 2:12-15) sobre los pueblos e impíos, que para los justos significa la hora de la liberación y de la salud. Y hasta en el firmamento los astros redoblarán su brillo en beneficio de los justos (v.26). De nuevo encontramos aquí a la naturaleza asociada a la transformación moral de los tiempos mesiánicos para hacer más venturosa la condición de los ciudadanos de la nueva teocracia.
Aparición gloriosa de Yahvé (27-33).
Se supone que este fragmento está destinado a un grupo de discípulos de Isaías (
los creyentes),
y parece que es del tiempo de la invasión de Senaquerib. Algunos autores, por razones de crítica interna, sostienen que el oráculo es de un discípulo de Isaías.
El día de Yahvé sobre las naciones (27-29).
27 He aquí el nombre de Yahvé, que viene de lejos, Arde su cólera y es pesado el humo que sube; sus labios están llenos de furor, su lengua es como luego devorador. 28Su aliento es como torrente desbordado, que sube hasta el cuello para cribar a las naciones en la criba de la destrucción y poner bozal de engaño a las mandíbulas de los pueblos. 29Entonces vosotros cantaréis como en noche en que se santifica una fiesta, tendréis alegre el corazón, como quien marcha al son de la flauta, para ir al monte de Yahvé, a la Roca de Israel.
La descripción gira en torno a una teofanía solemne de Yahvé. La expresión
nombre de Yahvé equivale en la literatura bíblica
a manifestación gloriosa de Dios. Es sinónimo de gloria de Yahvé (cf. 59:19;
Sal_102:16). Se describe una tempestad que viene de
lejos 20, como una
nube cargada de
humo, y dentro de ella un ser
lleno de furor (v.27), resoplando amenazador con su
aliento como torrente desbordado (v.28), como inundación que llega
hasta el cuello, amenazando anegarlo todo. Yahvé hará entonces las veces de una
criba para purificar y discriminar a los pueblos, y será como un domador que pone a
las mandíbulas de los pueblos un bozal de engaño (v.29), e.d., que permite en su providencia se descarríen para después manifestar su justicia 21. Esta manifestación justiciera será causa de la alegría general de los justos israelitas, como en la víspera de la
fiesta de la Pascua, en que se celebraba también la destrucción de los egipcios por el ángel exterminador. Y el profeta presenta otra imagen típica de alegría, alusiva a la procesión de peregrinos que avanzaba
al son de la flauta camino del templo (
Sal_42:4;
1Re_1:40), al
monte de Yahvé, a la Roca de Israel, e. d., a la colina de Sión, donde habitualmente residía Yahvé, la Roca (o fortaleza)
de Israel.
Castigo de Asiría (30-33).
30 Y hará oír Yahvé su voz majestuosa, y mostrará el descenso de su brazo, en el ardor de su ira, en medio de un fuego devorador, en tempestad, en aguacero y en granizo. 31 A la voz de Yahvé temblará Asur y será herido con el palo. 32 Y sucederá que cada golpe de palo correctivo que Yahvé descargue sobre él, se (dará) al son de tambores y arpas, y en luchas agitadas les combatirá. 33 Está desde hace mucho tiempo preparado un tofet, está también destinado al rey 22. Honda y ancha es la hoguera, fuego y leña hay en abundancia, que el soplo de Yahvé va a encender como torrente de azufre. Yahvé viene en medio de una tempestad y hace oír su
voz majestuosa, o trueno, al mismo tiempo que
muestra el descenso de su brazo, a saber, se dispone a descargar su brazo vengador sobre Asiría. Es la imagen de un guerrero airado que descarga su brazo sobre el enemigo
en medio de un fuego devorador, e.d., entre relámpagos y rayos. Es la descripción tradicional de las teofanías de Yahvé por influencia del recuerdo de la famosa del Sinaí. Después viene el
aguacero y el granizo, como en la batalla de Gabaón (
Jos_10:11). Ante esta manifestación de majestad tempestuosa temblará Asiría. Por otra parte, este castigo de Asiría será motivo de alegría para Israel
(cada golpe. se dará al son de tambores, v.32). Yahvé luchará con el asirio
(en luchas agitadas) hasta vencerle. La carnicería será de tales proporciones, que el campo de batalla dará la impresión de un
tofet, que era el famoso lugar en la convergencia del Cedrón y del valle de Hinnom (Ge-Hinnom: Gehenna, actualmente
er-Rabab1)> donde se había dado culto a Moloc o Melec (cf.
2Re_23:10).
1 El texto griego lee como David, en vez de en círculo del texto hebreo. Siguen aquella lectura Gondamin, Cheyne, etc. 2 Cf. Skinner, o.c., 231;
Eze_43:15;
Gen_46:16;
Num_26:17;
2Sa_23:20. 3 La primera palabra en hebreo parece que significa deteneos; pero con un ligero cambio de letras se obtiene asombraos, que suele ser preferido de muchos autores. 4 Cf.
Gen_2:21;
Gen_15:12;
1Sa_26:12. 5 Otros traducen, en vez de
vergel, huerto frutal, y entonces se aludiría no a la frondosidad del Líbano, sino a su fertilidad. 6 Algunos prefieren ver aquí una contraposición: el Líbano quedaría reducido a un vergel por gloriarse demasiado, mientras que el vergel modesto se convertiría en bosque altivo y soberbio:
Dios abajaría al orgulloso y elevaría al humilde. 7 Según una leyenda tardía judía, Abraham fue liberado por Dios de una muerte violenta Preparada por los idólatras (cf. Libro
de los jubileos c.12, citado por Skinner, o.c., 238). 8 Derramar libaciones era una frase equivalente a hacer un pacto, como en el griego
sponde (libación) y
sponsai (alianza, esponsales); cf. Skinner, o.c., 239. 9 Muchos autores creen que sus príncipes y sus embajadores se refiere a los príncipes del faraón. 10 Suele traerse a colación la frase de Sargón II a propósito de los egipcios: Piru, rey de Egipto, príncipe que no puede salvar. 11 Herod., III 75; cf. Skínner, o.c., 242. 12 Cf.
Isa_51:9;
Job_9:13;
Job_26:12. Como símbolo de Egipto, cf.
Sal_87:4;
Sal_89:10. 13 Muchas son las traducciones: Rahab el
silencioso (Hensler), Rahab el adormilado (Condamin). 14 El texto hebreo dice literalmente: para los días venideros (o postreros) y para
siempre. Un ligero cambio de vocalización nos da para
testimonio. 15 Algunos creen que el texto está corrompido; pero, con todo, se ve la idea general y su dependencia de
Deu_32:30. 16 Cf.
Isa_7:4;
Isa_28:16. 17
Deu_32:30;
Lev_26:28;
Jos_23:10. 18 Cf.
1Re_22:27;
2Cr_18:20. 19 No pocos autores suponen que aquí la voz que les habla detrás es el mismo Yahvé en persona, y leen, en vez de maestros, en singular: Maestro. 20 En
Deu_33:2 se presenta al Señor desde el Sinaí. 21 El texto está incompleto, y, por tanto, su sentido es oscuro. 22 Otros traducen: Está también destinado a Melec o Moloc, dios extranjero, al que se habían sacrificado niños y era objeto de repugnancia para los israelitas (
melec significa también rey),