Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
34. Segundo Discurso de Elihú.
E n esta segunda parte de su intervención, el joven interlocutor se dirige a sus contertulios y declara la insensatez de Job al declararse inocente, y su espíritu blasfemo al considerar a Dios como injusto por haberle enviado infortunios indebidos. En realidad, Dios da a cada uno según lo que merece. Dios es el gobernador del universo, y, en consecuencia, tiene que ser justo, pues de lo contrario no podría exigir justicia a los hombres. Castiga inexorablemente al malvado
y se muestra misericordioso con el arrepentido.
Job con sus arrogancias, injuria a Dios (1-9).
1
Prosiguió Elihú hablando así: 2
Oíd, sabios, mis palabras; prestadme, hombres doctos, vuestro oído, 3
pues el oído discierne las palabras, como prueba los manjares el paladar. 4
Examinemos por nosotros lo que es justo, conozcamos entre nosotros lo que es bueno. 5
Puesto que Job dice: Yo soy justo, pero Dios me niega mi derecho, 6
y contra mi derecho El miente1
; mi llaga es incurable, aunque yo no tengo pecado.2
7
¿Qué hombre hay como Job, que bebe la burla como agua, 8
y se va en compañía de los obradores de maldad, y camina con los hombres perversos? Puesto que ha dicho: No aprovecha al hombreestar a bien con Dios.
Enfáticamente y siempre con el mismo estilo ampuloso y afectado , el representante de la nueva ola juvenil pide a los amigos de Job que le presten atención a su argumentación, dirigida contra las arrogancias de éste. Para captar su benevolencia los llama sabios, aunque considera sus argumentaciones anteriores como de poco valor para dilucidar el enigma de los sufrimientos de Job. Tomando las palabras de Job 3, indica que es el oído el llamado a discernir los discursos, lo que supone gran atención (?.3). Como si nada hubieran hecho ellos, Elihú les invita a examinar de nuevo el problema para deducir lo que es justo y bueno o aceptable.
Con toda audacia, Elihú pone en boca de Job afirmaciones que en realidad éste no había formulado sino como hipótesis4: Dios le niega el derecho, aunque es inocente (v.6). Job, al hablar desconsideradamente, se ha burlado de Dios5, asociándose así a los hombres perversos (v.7). Elihú, en sus afirmaciones atribuidas a Job, recalca las insinuaciones de Elifaz6, sacando consecuencias demasiado descarnadas e impías: no aprovecha al hombre estar a bien con Dios (v.9),
Dios obra siempre con justicia (10-19).
10
Por eso, oídme, cuerdos varones: ¡Lejos de Dios la maldad, y del Omnipotente la injusticia! 11
Pues retribuye al hombre según sus obras, y según su conducta le trata. 12
No, cierto, Dios no obra mal, y el Todopoderoso no tuerce el derecho. 13
¿Quién le confió la tierra y quién le ha en-4
cargado del universo entero? 14
Si El volviera a sí su soplo 7
y retrajera a sí su aliento, 15
expiraría a una toda carne y el hombre volvería al polvo. 16
Si entiendes, oye esto y apresta el oído al son de mis palabras. 17
¿Podrá gobernar un enemigo del derecho? ¿Y quieres tú condenar al justo supremo, 18
al que puede decir al rey: ¡Malvado! y a los nobles: ¡Perversos!? 19
¿Al que no adula a los príncipes ni prefiere el rico al pobre, porque todos son hechura suya? Siguiendo el esquema comúnmente admitido, Elihú vuelve a las argumentaciones de Bildad 8 al proclamar que Dios es justo y retribuye a cada uno según sus obras. Es la doctrina corriente en los libros del A.T. 9 Dios no puede torcer el derecho, porque es el Gobernador supremo del mundo y, en consecuencia, no puede pasar por encima de las exigencias de la justicia, que son el quicio de este gobierno del cosmos. Y ese poder gubernativo lo tiene por derecho propio, sin que nadie le haya delegado (v. 13). Todos los vivientes dependen del soplo o hálito vital que les ha comunicado; por tanto, si lo retira, al punto todos los seres expirarían (v.15). Dios dirige la historia humana, y, como Juez supremo de los hechos de los hombres, no puede ser enemigo del derecho, pues sería contradecir a su propia naturaleza (v.17). Está por encima de los reyes y soberanos, y por ello les puede recriminar y llamar al orden. Para El no hay acepción de personas (v.19).
Dios castiga a los opresores (20-28).
20
Mueren de improviso y pasan 10
, en medio de la noche se insurrecciona el pueblo y depone al poderoso sin esfuerzo11
, 21
pues sus ojos (están fijos) sobre los caminos del hombre y contempla todos sus pasos. 22
No hay oscuridad ni sombra donde puedan esconderse los malhechores. 23
Porque El no impone al hombre un plazo para presentarse al tribunal de Dios. 24
Quebranta a los grandes sin andar en averiguaciones y pone a otros en su lugar. 25
Conocedor de sus acciones, los derriba en una noche y quedan aplastados. 26
Los abofetea como a perversos en un lugar en que los ven. 27
Porque se apartaron de seguirle y no entendieron todos sus caminos, 28
hasta hacer llegar a El el grito del desvalido, haciéndole oír el clamor de los pobres. Nada son ante el poder de Dios los magnates de este mundo, que inesperadamente son víctimas de una insurrección nocturna del pueblo. Es el medio que tiene Dios para deponer al poderoso sin intervenir directamente con su mano (v.20). Ante el Todopoderoso no hay simulación posible, pues contempla con su mirada todos los pasos del hombre. No necesita citarle ni ponerle un plazo para que comparezca ante su tribunal (v.23), pues está presente a todos, y, siguiendo y conociendo todas las acciones de los hombres, no necesita hacer averiguaciones sobre su conducta. Los grandes y magnates están a su merced, derribándolos de su posición social o política en una noche (v.26). Se han separado de los caminos conculcando los derechos de los desvalidos, que hacen llegar su clamor angustioso ante el Juez soberano (v.28).
Dios vela por los derechos de la justicia (29-37).
29
Si El cesa de obrar, ¿quién le excitará? Si esconde el rostro, ¿quién le verá? Pues El vigila sobre los pueblos y los hombres 30
para que no reine el hombre perverso, que constituye un lazo para el pueblo. 31
Si alguno dice a Dios: He sido seducido; no haré el mal; 32
si he pecado, adoctríname; si he hecho el mal, no volveré a hacerlo más. 33
¿Es que El ha de retribuir según tu parecer? Ya que has despreciado (mi juicio), ya que eres tú quien eliges y no yo, di tú lo que sepas. 34
Hablen los hombres sensatos y escúchenme los varones sabios: 35
No habló Job cuerdamente, y sus palabras están fuera de razón. 36
Pero Job será examinado hasta el final por las respuestas de hombre inicuo, 37
pues a su pecado añade la rebelión, bate palmas entre nosotros y multiplica sus dichos contra Dios. Dios es libérrimo en sus actuaciones, y nadie puede pretender acercarse a El: nadie le puede excitar a tomar la iniciativa, y si oculta su rostro, sustrayendo su protección al hombre, nadie puede verle. Su providencia es misteriosa, y en su aparente silencio y mutismo está observando a los pueblos y a los hombres para que no triunfe el opresor del pueblo (v.30). El que reconoce su pecado y se vuelve a Dios pidiendo luces sobre su camino y arrepintiéndose de sus faltas, encontrará segura acogida en el Omnipotente. En el caso de Job, esto es muy problemático, ya que no reconoce su culpabilidad,
y cree que Dios debe amoldarse en su actuar a su parecer (v.33). Elihú le invita irónicamente a expresar su opinión, ya que desprecia sus propios juicios.
Ante el silencio de Job, Elihú apela a los hombres sensatos para que juzguen de la situación. Job no sólo no reconoce sus faltas, sino que ha proferido palabras fuera de toda razón, por lo que será examinado a fondo hasta el final por los que están a su lado, representantes de la sabiduría tradicional. Es, aparte su culpabilidad pasada, un rebelde que no reconoce la mano de Dios en su castigo, y, por otra parte, bate palmas en son de burla contra sus interlocutores, a los que considera dialécticamente vencidos; y, sobre todo, profiere sentencias inconvenientes contra la Providencia divina.
1 Así según los LXX. Corrección seguida por Dhorme. El TM: respecto a mi derecho paso por mentiroso, que también hace sentido en el contexto. 2 Mi llaga: corrección comúnmente admitida. 3 Cf.
Job_12:11. 4 Cf.
Job_9:15;
Job_10:15. 5 Cf. Job is.16b. 6
Job_22:15-17. 7 Corrección basada eh los LXX y sir. 8 Job 8:1s. 9 Cf.
Sal_63:13;
Pro_24:12. 10 Pasan: trasposición del estico siguiente. 11 Lit. sin mano.