Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
32. Distribución de Transjordania Entre Rubén y Gad.
E n todos los lugares de la Sagrada Escritura en que se nos dan los límites de la tierra prometida por Dios a los patriarcas, el límite oriental lo forman el Jordán y el mar Muerto, es decir, la tierra de Canaán. Sin embargo, los israelitas conquistaron los reinos de los amorreos en TransJordania, y como era tierra de pastos abundantes, los quisieron asentarse en ella. Las tribus de Rubén y de Gad, por tener más rebaños, solicitan este territorio, y Moisés, después de imponer condiciones, lo concede.
Demanda de Rubén y de Gad (1-5).
1
Eran muy numerosos los rebaños de los hijos de Rubén y los de los hijos de Gad; extraordinariamente numerosos; y viendo que la tierra de Yaazer y la de Galaad sería una tierra muy a propósito para apacentarlos, 2
vinieron a Moisés y a Eleazar, y a los príncipes de la asamblea, y les dijeron: 3
Atarot, Dibón, Yaazer, Nemrá, Hesebón, Eleale, Sabán, Nebo y Beón, 4
esa tierra que Yahvé ha herido ante la congregación de Israel, es tierra muy a propósito para los ganados, y vuestros siervos los tienen. 5
Si, pues, dijeron, tus siervos han hallado gracia a tus ojos, dése a tus siervos en heredad esta tierra, y no nos hagas pasar el Jordán.
Varias veces se dice que los israelitas tenían numerosos rebaños en el desierto1, que en realidad es estepa donde hay algo de vegetación, y hay especies ovinas apropiadas a estas regiones. Ahora los rebaños habían aumentado con el botín sobre los amorreos y madianitas. Los rubenitas estaban decepcionados por haber sido postergados entre las otras tribus, a pesar de descender del primogénito de Jacob, y no sienten entusiasmo por acompañar a las otras tribus en Canaán2. Para quedarse en TransJordania alegan razones prácticas: sus muchos ganados y la abundancia de pastos en la región3, y enumeran las principales localidades de la región, que les resultan particularmente atractivas4. Como esa tierra está ya conquistada, porque Yahvé la
ha herido, o la ha sometido (v.4) a Israel, creen que es buen negocio quedarse en ella.
Negativa de Moisés (6-15).
6
Moisés respondió a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: ¿Van a ir a la guerra vuestros hermanos y vais a quedaros vosotros aquí? 7
¿Por qué queréis desanimar a los hijos de Israel para que no pasen a la tierra que les da Yahvé? 8
Así hicieron ya vuestros padres, cuando yo les mandé desde Cadesbarne a explorar la tierra. 9
Subieron hasta el valle de Escol, vieron la tierra y acobardaron a los hijos de Israel para que no se atreviesen a ir a la tierra que les dará Yahvé; 10
y la cólera de Yahvé se encendió aquel día, y juró, diciendo: 11
Esos que han subido de Egipto, de veinte años para arriba, rio verán la tierra que con juramento prometí a Abraham, Isaac y Jacob, porque no han seguido fielmente mis caminos, 12
fuera de Caleb, hijo de Jefoné el quenecita, y Josué, hijo de Nun, que fielmente han seguido los caminos de Yahvé. 13
Encendióse contra Israel la cólera de Yahvé, y le ha hecho ir y venir por el desierto durante cuarenta años, hasta extinguirse toda la generación que había obrado mal ante Yahvé. 14
Y ahora vosotros sucedéis a vuestros padres, prole de pecadores, para encender más todavía la cólera de Yahvé contra Israel. 15
Porque, si os volvéis de El, hará que permanezca (Israel) en el desierto, y seréis la ruina de todo el pueblo.
Moisés advirtió en la demanda de Rubén y de Gad el deseo de no colaborar en la conquista de Canaán, y así se lo echa en cara. Se da cuenta que, si algunas tribus se quedan en TransJordania, el resto se desanimará. Y, por otra parte, su intención primera era que todas las tribus ocuparan sólo el territorio de Canaán, prometido a los patriarcas, y con esta intención mandó explorar el territorio por el sur, con el deseo de penetrar5. Además estaba en. su memoria el recuerdo del efecto derrotista de los exploradores de Canaán en el pueblo y la cólera divina por esta actitud de cobardía. Por ello, Israel fue condenado a andar cuarenta años vagando por el desierto, hasta que muriese toda la primera generación, excepto Josué y Galeb (v.12), este último quineceo o quineo6, lo que no dejaba de ser una lección para los descendientes del primogénito de Jacob. Y Moisés considera a estos de ahora dignos de la
raza de pecadores (v.14) que murió en el desierto, y Dios podía castigar al actual Israel a la misma pena (v.15).
Moisés, Condicionadamente, Permite a Rubén y a Gad Establecerse en Transjordania (16-32).
16
Ellos, acercándose a Moisés, le dijeron: Nosotros edificaremos aquí apriscos para nuestros ganados y ciudades para nuestros niños; 17
pero, armados, iremos sin demora delante de los hijos de Israel, hasta que los hayamos introducido en el lugar que ellos han de ocupar; nuestros hijos quedarán en ciudades fortificadas a causa de los habitantes de esta tierra; 18
pero nosotros no volveremos a nuestras casas hasta que los hijos de Israel hayan tomado cada uno posesión de su heredad, 19
pues no queremos tener heredad para nosotros al otro lado del Jordán, ni más allá, porque tendríamos ya nuestra heredad de este lado del Jordán, al oriente. 20
Moisés les dijo: Si eso hacéis, hi, armados para combatir ante Yahvé, 21
todos vuestros hombres de guerra pasan el Jordán ante Yahvé, hasta que hayan arrojado ante sí a sus enemigos, 22
y no os volvéis a vuestras casas hasta que la tierra quede sometida a Yahvé, entonces inculpables seréis ante Yahvé y ante Israel, y esta tierra será vuestra posesión ante Yahvé. 23
Pero si no hacéis lo que prometéis ante Yahvé, estad ciertos de que vuestro pecado os alcanzará 24
Edificad, pues, ciudades para vuestros hijos y apriscos para vuestros ganados, y cumplid la palabra que ha salido de vuestra boca. 25
Los hijos de Gad y los hijos de Rubén dijeron a Moisés: Tus siervos harán cuanto mi señor les mande; 27
nuestros hijos y nuestras mujeres, nuestros rebaños y nuestros ganados, quedarán en las ciudades de Galaad; 27
y tus siervos, todos nuestros hombres, armados para el combate, iremos a la guerra ante Yahvé, como mi señor lo ha dicho. 28
Entonces dio Moisés órdenes acerca de ellos a Eleazar, sacerdote; a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de familias de las tribus de Israel, 29
diciendo: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén pasan con vosotros el Jordán con todos sus hombres armados, para combatir ante Yahvé, una vez conquistada la tierra, les daréis por heredad la tierra conquistada de Galaad; 30
pero, si no pasan con vosotros armados, se establecerán en medio de vosotros en la tierra de Canaán. 31
Los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron: Haremos lo que Yahvé ha dicho a sus siervos. 32
Pasaremos armados ante Yahvé a la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad quedará del lado de allá del Jordán.
Los solicitantes de Rubén y Gad7 se defienden contra la insinuación de traición y proclaman que acompañarán a sus hermanos a la conquista de Canaán, y aun irán delante de ellos, y sólo se instalarán en Canaán cuando hayan logrado sus compatriotas ocupar su lote en la tierra prometida. Pero, para no dejar a sus hijos y mujeres sin defensa, piden permiso para construir ciudades fortificadas y apriscos para sus rebaños. Moisés accede a su petición con la condición de que cumplan lo prometido, y así lo declara ante Eleazar, Josué y los jefes de las tribus de Israel (v.28). En ese supuesto, pueden ya empezar la construcción de sus ciudades y apriscos.
Distribución de Transjordania entre Rubén, Gad y Manasés (33-42).
33
Moisés dio a los hijos de Gad, a los de Rubén y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Seón (Sijón), rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Basan; la tierra con sus ciudades y el territorio en torno de las ciudades. 34
Los hijos de Gad edificaron Dibón, Atarot, Aroer, 35
Ata-rot-Sofán, Yaazer, Yegboa, 36
Bet-Nimra y Bet-Harán, ciudades fuertes, e hicieron apriscos para sus ganados. 37
Los hijos de Rubén edificaron Hesebón, Eleale, Quiriat-Yearim, 38Nebo y Bal-Meón, cuyos nombres fueron mudados, y Sebama, y dieron nuevos nombres a las ciudades que edificaban. 39
Los hijos de Makir, hijo de Manasés, marcharon contra Galaad, y, conquistándola, arrojaron a los amorreos que allí estaban. 40
Moisés dio Galaad a Makir, hijo de Manasés, que se estableció allí. 41
Jair, hijo de Manasés, marchó también y se apoderó de sus burgos, que llamó Jawot-Jair. 42
También marchó Nojab y se apoderó de Canat y de las ciudades de ella pendientes, llamándola, de su nombre, Nojab.
El v.33 parece adición redaccional posterior, pues en el v.29 Moisés encarga a Josué y jefes de Israel que entreguen Galaad a las tribus de Rubén y de Gad después que hayan cumplido su compromiso de acompañar con las armas a las otras tribus en la conquista de Canaán. Además, sin haber hecho mención alguna, aparece aquí media tribu de Manasés usufructuando parte de Trans-jordania. Parece, pues, que esta indicación refleja la época posterior del tiempo de los jueces, en que Manasés conquistó parte de Transjordania8.
Las ciudades citadas están comprendidas entre el Yaboq, al norte, y el Amón, al sur, y el Jordán y mar Muerto por el occidente9. Los límites de las tribus no son fijos. Estas localidades fueron
reconstruidas por los hebreos, pues ya existían antes de ellos10.
Los v.39-42, relativos a la media tribu de Manasés, y aquí Manasés se abre camino por el norte de TransJordania, buscando territorio para poder vivir11. Primeramente, Efraím y Manasés se establecieron en Canaán12; pero, por necesidades vitales, parte de Manasés buscó nuevo territorio al otro lado del Jordán. Combatió contra los
amorreos (v.39), que se habían extendido por Transjordania13. El v.40 es una glosa, e interrumpe la ilación lógica del contexto. Es obra de un redactor que quiere concordar el establecimiento de Manasés y justificarlo, presentándolo como obra del propio Moisés.
1 Cf.
Exo_12:38;
Exo_17:3;
Exo_19:13;
Exo_34:3;
Num_14:33. 2 Cf.
Deu_33:6. 3 Es famosa Galaad por sus pastos y rebaños (
Can_4:1;
Can_6:5;
Miq_7:14;
1Cr_5:9) Véase Abel,
Géog. I 276. 4
Atarot, nombrada en la estela de Mesa, la actual
Attarus, al este del mar Muerto, cerca de Dibón (la actual
Dibán, a 20 kilómetros del mar Muerto).
Yaazer: la actual
Sar, al sur de Aman.
Nemrá: el
tell Nimrim, junto al w. Nimrim, a 12 kilómetros al este del Jordán.
Hesebón: la actual
Hesbán, a 20 kilómetros al nordeste del mar Muerto.
Eleale: la actual
el-Al, cerca de Hesbán. Sabán: quizá la actual Sumía.
Nebo: el actual
En-Neba. Beón o
Mean: la actual
Ma'in, a ocho kilómetros al sudoeste de Madaba (Abel,
Géog. I 380). 5 Cf.
Num_20:21-23;
Deu_2:27-30. 6 Ya hemos visto cómo Caleb unas veces aparece como perteneciente a la tribu de Judá (
Num_13:7;
Num_13:34) y como quineceo, descendiente de un idumeo (
Num_32:12;
Gen_36:11;
Jos_14:6;
Jue_1:13). De hecho, los calebitas, descendientes de idumeos, se fusionaron con los de la tribu de Judá (
Jue_13:7). 7 Excepto en los v.1-2, en el resto de este capítulo se pone Gad antes de Rubén, sin duda porque refleja un documento escrito en una época en que Gad tenía la preeminencia histórica. 8 La lista de
Jos_13:15-28 es diferente. 9
Aroer parece ser la actual Ara'ir, al sur de Dibán. 10 Cf. DBII27I. 11 Cf.
Jue_10:3-5· 12 Cf.
Jos_17:14-18. 13 Cf. Abel,
Géog. I
239·