Mardoqueo era un judío residente en la ciudad de Susa, un personaje importante, que desempeñaba un cargo en la corte real. En tiempos de Salmanasar, rey de Asiria, Tobit fue deportado de Tisbé, que está al sur de Cadés de Neftalí, en la Alta Galilea, más arriba de Hasor, hacia el oeste, y al norte de Sefet. (Tobías 1, 2) © Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990)
Times New Roman ;;
Ascendencia de Tobit (1:1-2).
1 Historia de Tobit, hijo de Tobiel, hijo de Ananiel, hijo de Aduel, hijo de Gabael, de la familia de Asiel, de la tribu de Neftalí, 2 que fue llevado cautivo en tiempo de Enemesar, rey de los asirios, y era natural de Tisbe, que está a la derecha de Cades de Neftalí, en Galilea, por encima de Hasor.
Se indican en el título del libro la genealogía del personaje protagonista de la historia y la patria del mismo (1Sa_1:1; 1Sa_9:1; Jdt_8:1; 1 Mac c.21). La expresión griega, de sabor hebraico, biblos logon, libro de palabras, líber sermonum, equivale a decir: Tratado de los dichos y hechos de Tobías (1Re_11:41; 1Re_14:19.29; Neh_12:23), o simplemente: Historia de Tobías. Todos los nombres que entran en la genealogía de Tobit son teóforos, con significación simbólica, lo que no deja de ser sorprendente. En algunos textos, a esta genealogía se añaden los nombres de Rafael y Ragüel (Sin.). Con esta genealogía se hace resaltar la ascendencia gloriosa de nuestro héroe.
La mención de Enemesar ofrece cierta dificultad. Sabemos que los reyes de Asiría se sucedieron por este orden: Teglatfalasar III (745-727), Salmanasar V (727-722), Sargón (722-705), Senaquerib (705-681), Asaradón (681-669). La deportación de Tobit a Asina tuvo lugar, o bien en 732, bajo el reinado de Teglatfalasar, del cual su hijo Salmanasar era jefe de operaciones en occidente, o en 721 ocupando el trono asirio el rey Sargón (722-705). Pero, dado el casó de que no existe ningún soberano asirio que lleve el nombre de Enemesar, ¿cómo se explica la presencia del mismo en el texto del libro de Tobías? Con este nombre, ¿se quiere designar a Salmanasar o a Sargón? Divergen los autores al dar una respuesta a estas preguntas. Para algunos, la presencia de Enemesar en los textos griegos en vez de Salmanasar se explica por un error de lectura y escritura, por confusión y substitución de letras iniciales (Clamer, Stummer, Vaccari, Schumpp). Otros creen que Enemesar quiere designar al rey Sargón. En realidad, parece que más que de personas es cuestión de nombres. Es cierto que el personaje es Sargón, pero deben explicarse las variantes y mutaciones del nombre en los diversos textos (Priero).
Indica el texto que Tobit fue arrancado de Tisbe y llevado cautivo a Asiría. El texto griego no señala precisamente el lugar de la patria de Tobit, sino más bien la localidad desde donde salió para su cautiverio. Todos los textos convienen en afirmar que la localidad pertenecía a la tribu de Neftalí, en Galilea (Superior, añaden S y Vulgata).
Desgracias de Tobit y Sara (1:3-3:17).
Vida ejemplar de Tobit (1:3).
3 Yo, Tobit, caminé por las sendas de la verdad y de la justicia todos los días de mi vida, haciendo muchas limosnas a mis hermanos, los de mi nación, que conmigo habían sido llevados a tierra de los asirios, a Nínive.
Desde el principio, la Vulgata emplea en la narración la tercera persona, mientras que las versiones griegas hasta el c.3 v.7 ponen el texto en boca de Tobit. El autor sagrado tiene interés en hacer resaltar que la vida de Tobit se caracterizó por la fidelidad a la ley divina y por su caridad hacia el prójimo. Durante toda su vida caminó Tobit por la senda de la verdad, que es la ley y el temor de Dios (Sal_119:30; 2Pe_2:2). En el texto original se encuentran tres términos que no pocas veces tienen un significado sinónimo: verdad (alézeia), justicia (dikaiosyne; 2Pe_4:6) y limosna (eleemosyne). En pocas palabras da el texto un fiel retrato de la personalidad moral de Tobit. Su múltiple acción bienhechora se ejercía en favor de sus hermanos compatriotas deportados como él a Nínive, ciudad que más tarde, bajo Senaquerib (705-681), debía convertirse oficia mente en capital de Asina. En este capítulo (2Pe_1:10-15) se supone que ya en tiempos de Salmanasar y de Sargón era Nínive la capital de Asiría. Podía serlo de hecho, pero oficialmente no.
Fidelidad de Tobit en un ambiente de apostasía (2Pe_1:4-5).
4 Siendo yo joven, vivía en mi patria, en la tierra de Israel, y toda la tribu de Neftalí, mi padre, se había apartado del templo de Jerusalén, de la ciudad elegida entre todas las tribus de Israel para ofrecer sacrificios y ser morada del Altísimo, santificada por todas las generaciones. 5 Todas las tribus, que a una habían apostatado, sacrificaban a Baal, al becerro, y asimismo la casa de Neftalí, mi padre.
Siendo todavía joven, demostró Tobit su fidelidad a la casa de David (Sin., VL) y hacia el templo de Jerusalén. Esta conducta del joven Tobit es tanto más de admirar cuanto que la mayoría de sus hermanos de tribu habían apostatado del culto verdadero y se habían rebelado contra Jerusalén, la ciudad elegida entre todas las tribus de Israel para ofrecer allí sacrificios por ser la morada del Altísimo. No sólo la tribu de Neftalí, sino todas las tribus del Norte habían apostatado, sacrificando a Baal en vez de adorar al verdadero Dios en su único santuario legítimo de Jerusalén. La apostasía fue general, no total, pues un pequeño núcleo de fieles resistieron al mal ejemplo y se aventuraban a hacer las visitas reglamentarias al templo de Jerusalén (2Pe_5:14). El texto alude al cisma político-religioso perpetrado por Jeroboam I (1 Re 12:16-14:20). Con el fin de poner de relieve la conducta de Tobit, se menciona en los primeros dos capítulos la apostasía de la tribu de Neftalí, a la cual pertenecía aquél. La expresión Neftalí, mi padre, debe entenderse en el sentido de antepasado.
Fidelidad de Tobit a los deberes para con el santuario de Jerusalén (1:6-8).
6 Yo iba, las más veces solo, a Jerusalén durante las fiestas, según está mandado a todo Israel por precepto eterno, y llevaba las primicias y los diezmos de las cosechas y las primicias del esquileo, 7 y los entregaba a los sacerdotes, hijos de Aarón, en el altar. El diezmo de todas las cosas se lo entregaba yo a los hijos de Levi que sirven en Jerusalén; el segundo diezmo lo vendía e iba y lo gastaba en Jerusalén cada año; 8 y el tercero lo daba a quienes correspondía, según que me había recomendado la madre de mi padre, Débora, pues yo era huérfano de padre.
Dice el texto que Tobit, en las peregrinaciones que a menudo nacía a Jerusalén, iba solo (monos), lo que debe interpretarse en sentido amplio, como da a entender 5:14. Las tres solemnidades a las cuales tenía obligación de asistir todo varón israelita eran Pascua, Pentecostés y fiesta de los Tabernáculos. Con ocasión de estas risitas periódicas a la Ciudad Santa, llevaba Tobit las primicias, es diezmos de todos los productos y el primer esquileo, que entregaba a los sacerdotes. Mandaba la Ley que los israelitas no se presentaran ante Yahvé con las manos vacías, sin llevar las primicias de los frutos del suelo (Exo_23:15). En general, todas las primicias pertenecían a Yahvé (Lev_23:19; Lev_27:26; Lev_34:36; Deu_12:6), y eran consignadas en manos de los sacerdotes, quienes las ofrecían con una ceremonia que consistía en la elevación (teruma) y agitación (tenufa) de las ofrendas1.
En el fondo de esta observancia tan escrupulosa de las primicias y diezmos, está, además de su fidelidad a la ley mosaica, la educación esmerada que recibió Tobit de parte de Débora, madre de su padre, es decir, madre de Tobiel, la cual corrió con la educación del niño después de la muerte de su padre. La mención de Débora Que 4:4) en este texto obedece al designio del autor sagrado de poner de relieve la buena índole de Tobit.
Fiel observancia de las leyes concernientes al matrimonio (1:9).
9 Hombre ya, tomé por mujer a Ana, del linaje de nuestro padre, y de ella tuve a Tobías.
No sólo se abstuvo Tobit de tomar por esposas a mujeres extranjeras, lo que prohibía la Ley (Deu_34:15; Esd_9:1), sino que se obligó a tomar a una mujer de su mismo linaje, lo cual, aunque no se exigía por la Ley, se consideraba como más conforme al ejemplo de los patriarcas (Gen_24:4-37-38; Gen_28:2-9; Gen_29:19). No indica el texto la edad de Tobit en el momento de contraer matrimonio; con una fórmula vaga, dice el texto latino: Cum factus esset vir (anér), lo que da a entender que contaba unos veinte años cumplidos. Era éste el término a quo para poder contraer matrimonio (Exo_30:14; Deu_20:7; Deu_24:5). De él tuvo un hijo, al que llamó Tobías. Todos los textos, excepto la Vulgata, están acordes en llamar Tobit al padre y Tobías al hijo, ejemplo que seguiremos nosotros.
Observancia de la ley referente a los manjares (Deu_1:10-14).
10 Cuando fuimos llevados cautivos a Nínive, todos mis hermanos y los de mi linaje comían de los manjares de los gentiles; 11 pero yo me abstenía de comerlos,12 porque con toda mi alma me acordaba de Dios. 13 Dióme el Altísimo favor y gracia ante Enemesar, que me hizo su proveedor, 14 y, viajando por la Media, presté a Gabael, hermano de Cabrias, en Ragúes de Media, diez talentos de plata.
Sus compatriotas y con nacionales en el exilio comían sin reparo de los manjares de los gentiles, que la Ley prohibía terminantemente a los israelitas. No podían comer carnes de animales impuros (Lev_2:23; Deu_14:3-21) o que hubieran sido ofrecidos a los ídolos (Exo_34:15; Hec_15:29; Hec_21:25; 1Co_10:28), o comer la carne con su sangre (Gen_9:4; Lev_17:10-12; Deu_12:23-25). Dice el texto que todos sus hermanos comían de los manjares de los gentiles, lo que es una exageración, como 1:4-5.
Dios premió la fidelidad de Tobit haciendo que encontrara favor y gracia delante de Enemesar, el cual, en señal de benevolencia y confianza, le nombró proveedor suyo, cargo que, según Sin y Vet. Latina, conservó hasta la muerte del rey. Este nombramiento real permitió a Tobit gran libertad de movimientos por todo el territorio asirio. En uno de sus viajes llegó hasta Ragúes de Media, en dónele residía una familia (su hermano, dice el texto) de su misma tribu. Según 2Re_17:6, Salmanasar llevó cautivos a los habitantes de Samaría y a algunos les hizo habitar en las ciudades de la Media. En Ragúes - en los clásicos, Ragai; Ragau, según Jdt_1:6; en antiguo persiano, Raga -, edificada en el lugar de las ruinas de Rai, a 13 kilómetros al sudeste de Teherán, vivía un cierto Gabael (véase v.1), hermano de Gabrías (Vet. Lat., HM: su hermano; Jdt_4:20 : hijo de Gabrías), a quien Tobit prestó diez talentos de plata. Cabe la suposición de que Tobit prestó aquel dinero con el fin de solucionar una necesidad económica de su pariente, como deja suponer el texto de la Vulgata al decir que se lo entregó sub chirographo; pero el texto y el contexto se refieren más bien a una cantidad que dejó allí en depósito. Este es el sentido del verbo griego paratízemi (Jdt_1:14; Jdt_4:1-20). En 9:5 se dice que Rafael se hospedó en casa de Gabael, a quien dio el recibo, y que Gabael trajo los talegos sellados.
Caridad de Tobit hacia sus hermanos exilados (1:15-18).
15 Muerto Enemesar, le sucedió Senaquerib, su hijo. Los caminos se hicieron inseguros, y ya no pude volver a la Media. 16 En los días de Enemesar hacía yo muchas limosnas a mis hermanos, 17 dando pan a los hambrientos y vistiendo a los desnudos; y si veía muerto a alguno de mi linaje, arrojado junto a los muros de Nínive, le daba sepultura.18 Si el rey Senaquerib m ataba a alguno, luego que volvió huido de Judea, yo en secreto lo enterraba. En su furor mató a muchos, cuyos cadá-vexes buscaba luego él, y no los hallaba.
Con la muerte de Enemesar (¿Salmanasar? ¿Sargón?) y el advenimiento al trono de Senaquerib cambió la situación privilegiada de que gozaba Tobit. Con Senaquerib perdió el cargo de proveedor de la real casa, lo que coartaba su libertad de movimientos. En el nuevo paznorama político diósele ocasión de ejercitar la obra de misericordia, de sepultar los cadáveres de sus compatriotas arrojados en una fosa común, junto a los muros de Nínive, para ser pasto de los perros y aves de rapiña (Jer_8:1; Jer_14:16; Jer_29:19). Es la primera vez que en la Biblia se considera como obra de misericordia el dar sepultura a los muertos (2Sa_2:4-7). Con el fin de asegurar el honor y el descanso del alma de los muertos (2Sa_21:10; 1Re_14:11; Isa_14:19), era costumbre que, en caso de que los familiares del muerto no pudieran cumplir con este deber, realizaran este acto de misericordia individuos de la misma tribu (1Sa_31:11; 2Sa_2:4; Eze_39:13; Ecl_7:331; Ecl_38:16).
Tobit, perseguido por el rey (Ecl_1:19-20).
19 Pero un ninivita hizo saber al rey que era yo el que los enterraba, y entonces tuve que ocultarme; y sabiendo que me buscaba para darme muerte, temeroso, huí. 20 Fui despojado de todos mis bienes, no dejándome nada sino a Ana, mi mujer, y a Tobías, mi hijo.
Era costumbre denegar la sepultura a los cadáveres de los condenados a muerte, con el fin de que su espíritu no hallara reposo. Senaquerib comprobó que los cadáveres de los judíos que él había hecho matar, desaparecían. Un ninivita hizo saber al rey que era Tobit quien los enterraba. Al enterarse Tobit de la denuncia, continuó practicando la piadosa obra con más cautela y a escondidas. Pero pronto se enteró que el rey le buscaba para matarle, por lo cual, temiendo, buscó refugio en otra parte.
Muerte de Senaquerib y Reinado de Saquerdón (Ecl_1:21-22).
21 No eran pasados cincuenta días, y le mataron dos de sus hijos, que huyeron a los montes de Ararat, y le sucedió Saquer-dón, su hijo, el cual puso a Ahikar, el hijo de mi hermano Anací, al frente de toda la contabilidad administrativa del reino.
No habían transcurrido cincuenta días (Sin., cuarenta; A, Vet. Lat., Vulg., cuarenta y cinco), cuando Senaquerib fue muerto por dos de sus hijos, Adramelec y Sarasar (2Re_19:37). Que huyeron a los montes de Ararat. Tomó las riendas del gobierno su hijo Saquerdón, que puso a Ahikar al frente de toda la contabilidad administrativa del reino. El intervalo de cincuenta días de que habla el texto  debe contarse a partir del día en que Tobit vióse obligado a huir de Ninive 2.
22 Ahikar me alcanzó el perdón y pude volver a Nínive. Era Ahikar, mi sobrino, copero, guardasellos, administrador y contador, y Saquerdón le había hecho su primer ministro.
La subida de Saquerdón al trono trajo un clima más propicio a los israelitas en el exilio. Tobit pudo salir de su escondite, perc no le fueron restituidos sus bienes. En favor de Tobit intervín un misterioso personaje, llamado Ahikar, sobrino de Tobit, que estaba al frente de la administración del reino.
Convienen los diversos textos en afirmar que Ahikar fue ministro de Saquerdón y que intercedió por Tobit para obtenerle el perdón del rey. Pero es difícil imaginar que, dado lo elevado de su cargo, no consiguiera que le fueran devueltos los bienes a su pariente. Mientras estuvo en Nínive, cuidaba él de proveerle; pero, al partir para Elimaida, se encontró Tobit en la indigencia, hasta el punto de que su mujer Ana se vio obligada a servir.