Nehemías 13, 23-27

También vi en esos días que algunos judíos se habían casado con mujeres asdoditas, amonitas y moabitas. La mitad de sus hijos hablaban asdodeo u otras lenguas, pero ya no sabían hablar la lengua de los judíos. Yo los reprendí y los maldije, golpeé a algunos, les tiré de los cabellos y los conjuré en nombre de Dios, diciéndoles: "¡No entreguen sus hijas a los hijos de ellos, ni se casen con sus hijas, ni ustedes, ni sus hijos!" ¿No fue acaso por esto que pecó Salomón, rey de Israel? Entre tantas naciones, no había otro rey semejante a él; era amado por su Dios y Dios lo había hecho rey de todo Israel. Sin embargo, incluso a él, lo hicieron pecar las mujeres extranjeras. ¿También de ustedes se oirá decir que cometen ese gran crimen de traicionar a nuestro Dios, casándose con mujeres extranjeras?
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