Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
25. Postrera Descendencia de Abraham.
E sta genealogía, del tipo de la tabla etnográfica del c.10, tendría por objeto, en la medida que se pueden identificar los hijos de Abraham y de Quetura, relacionar con el patriarca tribus árabes que tenían con él
no relaciones de parentesco propiamente tales, sino
relaciones de vecindad en el pasado o en el presente, o aun
relaciones comerciales1
.
Postrera Descendencia de Abraham (1-6).
1Volvió Abraham a tomar mujer, de nombre Quetura, 2que le parió a Zimrán, Yoqsán, Medán, Midián, Yisbaq y Suaj. 3Yoqsán engendró a Sebá y a Dedán. Hijos de Dedáii son los Asurim, los Letusim y los Leumim. 4Los hijos de Midián fueron Efá, Efer, Janoc, Abidá y Eldaá. Estos son todos los descendientes de Quetura. 5Abraham dio todos sus bienes a Isaac. 6A los hijos de las concubinas les hizo donaciones; pero, viviendo él todavía, los separó de su hijo Isaac hacia oriente, a la tierra de oriente.
Los descendientes de Quetura corresponden a los nombres de tribus árabes que, como tales, se consideran entroncadas con Abraham, gloriándose de su ascendencia. En efecto, resulta poco verosímil que el patriarca, tan avanzado en años, que se creía impotente para engendrar 2, tuviera ahora una descendencia tan numerosa.
Zimrán: Plinio habla de los
zamarein 3; en
Num_25:14 y
1Cr_2:6 aparecen los
zimri. Al oeste de la Meca hay una localidad llamada
Zabram. Yoqsán: es el
Yoqtán Deu_11:25, pues es también padre de
Sebá. Midián (
Madián de los LXX): es muy conocida en los textos del Pentateuco4. Moraban en la península sinaítica, entre el golfo de Elán y el desierto de Farán, filtrándose después hacia Moab, y en tiempo de los jueces invadieron Canaán5.
Medán: desconocido.
Yisbaq: en los textos asirios aparece una tribu llamada
Yasbuk, pero está en el norte de Siria. El contexto exige que sea una tribu de Arabia.
Suaj: es la patria de Bildad, amigo de Job6. En las inscripciones asirias aparece el nombre de
Suhu junto al Eufrates, pero quizá haya que buscar su localización hacia Edom.
Sebá y Dedán: véase comentario a 10:77.
Asurim: no son los asirios, sino una tribu de la parte septentrional de la península sinaítica8.
Letusim y
Leumim.: desconocidos, pero se supone que son nombres de tribus de esta misma zona geográfica9.
Efá: al norte de la península sinaítica, en los bordes del golfo de Elán. Es la
Jayapa de los textos cuneiformes. Isaías menciona esta tribu como rica en camellos, en oro y aromas10.
Efer y
Janoc: desconocidos.
Abidá: es la
Ibadidi de los textos asirios de la campaña de Sargón (año 715 a.C.).
Abraham hizo único heredero de sus bienes a Isaac, si bien entregó presentes a los hijos de sus concubinas, que fueron relegados hacia
tierra de Oriente (v.6), es decir, la estepa sinaítica y el desierto siro-arábigo. El autor sagrado insiste en esto para dejar bien asentado que estas tribus arábigas, aunque tengan relación de parentesco con Abraham, no tienen ningún derecho a la posesión de la tierra de Canaán, asignada por Dios a Isaac y a su descendencia, como herederos de las promesas divinas.
Muerte y Sepultura de Abraham (7-11).
7Vivió Abraham ciento setenta y cinco años. 8Expiró y murió Abraham en senectud buena, anciano y lleno de días, y fue a reunirse con su pueblo. 9Isaac e Ismael, sus hijos, le sepultaron en la caverna de Macpela, en el campo de Efrón, hijo de Seor el jeteo, frente a Mambré. 10Es el campo que compró Abraham a los hijos de Jet. Allí fue sepultado con Sara, su mujer. 11Después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a Isaac, su hijo, y habitó junto al pozo de Jai-Roi.
Con toda frialdad se narra el hecho de la muerte del glorioso patriarca después de una vida larga y
senectud buena. No se dan detalles de sus últimos días ni de las circunstancias de su muerte. únicamente la frase estereotipada:
fue a reunirse con su pueblo, es decir, con sus antepasados al
seol, morada subterránea de todos los muertos11. En el acto de dar sepultura intervienen Isaac e Ismael, lo que no se compagina bien con el hecho de haber sido expulsado éste con su madre12. El lugar del enterramiento fue la gruta de Macpela, adquirida por el patriarca para sepultar a su esposa Sara. Ese lugar sería de gran veneración para los descendientes de Abraham. El patriarca pasó a la posteridad como el ejemplar de la fe sencilla y robusta, y, según el lenguaje oriental, como el padre de los creyentes, el
amigo de Dios
Al-Jalil entre los musulmanes. Yahvé tomará nombre de Abraham y de sus hijos cuando diga: Soy Yahvé, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Y el Hijo del hombre afirmará que del oriente y del occidente vendrán y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.13 Tres comunidades religiosas judíos, cristianos y musulmanes le reconocen
por padre de los creyentes.14
Descendencia de Ismael (12-18).
12Esta es la descendencia de Ismael, hijo de Abraham y de Agar, la egipcia, esclava de Sara. 13He aquí los nombres de los hijos de Ismael según sus nombres y sus generaciones. El primogénito de Ismael fue Nebayot; después, Quedar, Abdel, Mibsam, 14Mismá, Dumá, Massá, 15Jadad, Temá, Yetur, Nafis y Quedmá. 16Estos son los hijos de Ismael, éstos sus nombres según sus poblados y campamentos; éstos fueron los doce jefes de sus tribus. 17Vivió Ismael ciento treinta y siete años, y expiró y murió, yendo a reunirse con su pueblo.18Sus hijos habitaron desde Evila hasta Sur, que está frente a Egipto, según se va a Asur, frente a todos sus hermanos.
En
Gen_21:18 promete el ángel de Dios a Agar que su hijo Ismael vendrá a ser un gran pueblo; en 16:12 se dice que habitará frente a todos sus hermanos. La presente perícopa es un nuevo documento etnográfico de las tribus arábigas, que se creían ligadas a la persona de Ismael y por éste a la de Abraham, y que moraban en el límite del desierto arábigo, frente a Canaán. Como en la tabla etnográfica de Gén. 10, a la que se asemeja en la redacción, vemos aquí los nombres de los pueblos en singular al lado de otros en plural. Los nombres corresponden a tribus arábigas vinculadas a un supuesto epónimo que les había dado el nombre. Es el modo popular de explicar el origen y relaciones entre los pueblos primitivos. A falta de datos históricos y científicos para explicar el nombre de cada pueblo, se supone que proceden de un antepasado que llevó el nombre que ahora tiene el pueblo o la tribu. No debemos olvidar que las narraciones son populares, en las que lo imaginativo tiene su parte. Los hebreos se sentían emparentados por raza, lengua y civilización con los pueblos vecinos, y concretaban este parentesco en genealogías que vinculaban a Abraham.15
Los descendientes de Ismael son doce, como los de Najor y los de Jacob. En esta cifra tenemos que ver algo artificial. Los ismaelitas, considerados como árabes
arabizados, desbordan en su mayor parte el límite norte de la península (sinaítica) y hacen dilatar la Arabia hasta el Eufrates y el istmo de Suez, bordeándola, hasta Hamat de Siria, hasta los confines mal definidos de Transjordania y de Haurán, hasta la meseta de Tih. Ismael, el héroe epónimo del grupo, tiene por madre y esposa a egipcias. Su humor independiente caracteriza las poblaciones que reivindica su descendencia.16
Los nombres aquí registrados se encuentran en un área más reducida, desde Evila a Sur, que está frente a Egipto, es decir, la muralla del istmo destinada a contener a los beduinos asiáticos.
Nebayot: son los
Nabatu antepasados de los nabateos, que en las inscripciones cuneiformes aparecen como arameos bordeando el Tigris y el Eufrates hasta el golfo Pérsico. Arabizados, se establecieron más tarde en el territorio de Edom, en el sur de Transjordania, con su capital Petra17.
Quedar: tribu asociada a los nabateos. Son los
cedrei de Plinio18. Famosos por el manejo del arco, lucharon contra los asirios. Moraban al nordeste de Teima, entre el wady Sirjan y el Heger.
Abdel: en tiempo de Teglatfalasar III aparece un tal Idiba-il, gobernador de Arabia en la parte que confina con Egipto19.
Mibsam: desconocido.
Misma: en los textos de Asurbanipal aparece un
Issamme20.
Dumá: es el
Adummat de los textos cuneiformes, el actual
Dumat el-gandal, en Arabia septentrional21.
Massá: es el
Masa de los textos de Teglatfalasar III, citada junto a Teima.
Jadad: desconocido.
Teima: el oasis actual de
Teima, nombrado en los textos asirios y proféticos22.
Yetur: es la
Iturea de los textos clásicos23. Estaba al nordeste de Canaán.
Nafis: citada en
1Cr_5:19 junto a Yetur. Debe de estar, pues, en la parte septentrional de Trans-jordania, pues los derrotaron las tribus de Rubén y Gad.
Quedma: son los
quedmonitas de
Gen_15:19. Son los
Bene Quedem (hijos de Oriente), al este de los nabateos, cuyo equivalente árabe queda hoy en la tribu beduina llamada
es-Sarqiye (orientales)24.
Todas estas tribus son localizadas desde Evila hasta Sur, que está frente a Egipto.(v.18) La frase según se va a Asur se ha de entender no en dirección a Asiria, sino el territorio de los
Asurim, de que habló en 25:3.
Sur significa
muro, y es el
muro o fortaleza de defensa de los egipcios al que se refiere el cuento de Sinuhé; el istmo de Suez25.
Jacob y Esaú (19-34).
19Esta es la historia de Isaac, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac. 20Era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Batuel, arameo, de Padán-Aram, y hermana de Labán, arameo. 21Rogó Isaac a Yahvé por su mujer, que era estéril, y fue oído por Yahvé, y concibió Rebeca, su mujer. 22Chocábanse en su seno los niños, y dijo: Si es así, ¿para qué (he de vivir) yo? Y fue a consultar a Yahvé, 23que le dijo:
Dos pueblos llevas en tu seno, dos pueblos que al salir de tus entrañas se separarán. Una nación prevalecerá sobre la otra, y el mayor servirá al menor.
24Llegó el tiempo del parto, y salieron de su seno dos gemelos. 25 Salió el primero uno rojo, todo él peludo como un manto, y se llamó Esaú. 26Después salió su hermano, agarrando con la mano el talón de Esaú, y se le llamó Jacob. Era Isaac de sesenta años cuando nacieron. 27Crecieron los niños, y fue Esaú diestro cazador y hombre agreste, mientras que era Jacob hombre apacible y amante de la tienda. 28Isaac, porque le gustaba la caza, prefería a Esaú, y Rebeca a Jacob. 29Hizo un día Jacob un guiso, y, llegando Esaú del campo muy fatigado, 30dijo a Jacob: Por favor, dame a comer de ese guiso rojo, que estoy desfallecido. Por esto se le dio a Esaú el nombre de Edom 31Contestóle Jacob: Véndeme ahora mismo tu primogenitura. 32Respondió Esaú: Estoy que me muero; ¿qué me importa la primogenitura? 33Júramelo ahora mismo, le dijo Jacob; y juró Esaú, vendiendo a Jacob su primogenitura. 34Diole entonces Jacob pan y el guiso de lentejas, y, una vez que comió y bebió, se levantó Esaú y se fue, sin dársele nada de la primogenitura.
Esta encantadora perícopa lleva el sello del documento bíblico
: ingenua, folklórica, infantil, poética y descriptiva. Las ideas están plasmadas en un ropaje literario imaginativo, en abierta oposición al estilo seco
que hemos visto antes. Por eso, este relato parece la continuación del c.24, donde hemos dejado a Rebeca e Isaac formando un nuevo y feliz hogar en la tierra del Negueb.
Como Sara, también Rebeca resulta estéril, y no llega a ser madre sino por especial favor divino. El autor sagrado quiere insistir en la particular providencia que tiene Dios sobre la descendencia de Abraham, pues no pocas veces acude al milagro para hacer que se propague para ser un día heredera de las grandes promesas de poseer toda la tierra de Canaán. El hagiógrafo insiste en el origen
arameo de Rebeca.
Padán-Aram significa: la llanura de Aram.26 En
Deu_26:5 se dice: mi padre era un arameo errante, aludiendo a las andanzas de Jacob por aquellas tierras de Siria, huyendo de Esaú y buscando esposa de su parentela27. Rebeca es estéril y concibe por especial benevolencia divina28. Pero ésta siente que en su seno hay una lucha entre dos gemelos. Y no tiene ilusión por el alumbramiento: Si así es, ¿para qué esto? (v.22). La frase hebrea, así literalmente traducida, resulta enigmática. Presiente como un castigo divino más bien que una bendición.
Y consultó a Yahvé. El texto no especifica el modo de esta consulta. Es de suponer que fuera a algún santuario de la región a buscar un oráculo, como solía hacerse. La respuesta es dada en forma rimada de oráculo:
Dos pueblos llevas en tu seno...; el mayor servirá al menor (v.23). Todas las profecías solían darse en forma oracular rimada29. Podemos suponer que la respuesta sería de algún sacerdote del santuario o vidente, aunque más bien parece un anuncio profético puesto en boca de Yahvé por el hagiógrafo en función del destino profético-histórico de los dos hijos de Rebeca, que habían de ser jefes de dos pueblos rivales. Hemos visto cómo los autores sagrados trasladan sus concepciones ambientales a épocas antiguas, considerando la historia bajo una luz profética (así a Caín y a Abel se les presenta como agricultor y pastor respectivamente, dos formas de vida social que sólo aparecieron en la época neolítica). Los dos niños, más tarde los dos hombres, son representados como dos personas históricas y dos símbolos.30 En esta pugna en el seno materno de la tradición popular
, el hagiógrafo ve un presagio de la enconada lucha que habrán de tener los israelitas y los edomitas en su historia. El autor se complace en representarnos esta lucha desde el principio. Al nacer, Jacob quiere ya tomar la delantera para alzarse con el derecho de primogenitura, como hará después abusando de la situación famélica de su hermano, y así agarró
con la mano el talón de Esaú, y por eso se le llamó
Jacob. Aquí nos hallamos con una historieta para explicar popularmente la etimología de Jacob. En heb.
aqeb significa
talón o calcaño; y de ahí
Ya qob (el que coge por el calcaño). La explicación no puede ser más ingeniosa. Sin embargo, en 27:36 se da otra explicación etimológica popular. Con ocasión de haberle arrebatado la bendición de Isaac, Esaú dice que su hermano
Ya aqob le ha suplantado (de
aqab: suplantar). En efecto, toda la vida de Jacob es la de un suplantador: engañó a Esaú, engañó a Labán. Es el prototipo del jeque beduino aprovechado, muy lejos de la generosidad y apertura de miras de su abuelo Abraham. Pero era instrumento de la Providencia divina para plasmar sus designios en la historia al hacerle heredero de las promesas contra toda ley puramente humana.
Los lexicólogos modernos suelen considerar el nombre de
Yaaqob como la abreviación de un nombre teóforo:
Yaqob-El, que significaría Elohim protege.31
El nombre de Esaú es también interpretado pintorescamente por el texto
haciéndole significar
velludo. Se dice de él que era velludo como un manto peludo.32 Además, se dice de él que era rojo (
admoni),
sin duda jugando con el nombre de
Edom (rojizo), de cuyo pueblo iba a ser el antepasado epónimo. En el v.30 se explicará este color rojizo de Esaú como un apodo aplicado a él por haber vendido su primogenitura por un guiso rojizo (
edom).
En realidad, el país de
Edom se llamará así por el color rojizo arcilloso de su tierra. Pero nos hallamos ante etimologías populares tomadas de tradiciones antiguas, sin pretensiones de crítica lexicográfica. El autor sagrado las recoge y las utiliza, dándoles un sentido profético conforme a las exigencias de la elección divina sobre Jacob.
Conforme a este esquema teológico, el hagiógrafo define la vida de los dos hermanos y sus preferencias en consonancia con el género de vida de los dos pueblos de los que van a ser epónimos. Así, Esaú es
diestro cazador y hombre agreste (v.27): Edom es la región esteparia al sur del mar Muerto, en la que se vivía de la caza y de la incursión sobre las tribus vecinas. Es el hombre belicoso que vive de la espada 33. Al contrario, Jacob era
hombre apacible y amante de la tienda; es el género de vida sedentario de los israelitas, dedicados al pastoreo y a la agricultura en Canaán. El resto del relato subrayará aún más la oposición entre los dos caracteres: mientras Esaú se revela sobre todo preocupado de su interés inmediato, más cuidadoso de satisfacer su hambre que asegurar la bendición de su derecho de primogenitura, Jacob, al contrario, sabrá sacar habitualmente partido de las circunstancias para asegurar los derechos vinculados a la primogenitura. Las características que distinguen así a los dos gemelos son las que marcarán los grupos étnicos salidos, respectivamente, de uno y otro; la región donde se establecerán los edomitas era la estepa que se extendía al sur del mar Muerto, hasta el Wadi el Araba, y donde se vivía de la
espada 34, practicando la caza de animales y hombres por medio de tradicionales
razzias. Al contrario, la naturaleza del país de los israelitas les permite vivir como nación tranquila y habitando en tiendas.35
Esta diferencia de temperamentos Esaú, rudo y espontáneo; Jacob, calculador y ladino aparece en la anécdota de la venta de la primogenitura por un plato de lentejas (v.29-34). Al volver de la caza sin haber cobrado nada, Esaú encuentra a Jacob preparando un guiso rojo en hebreo
adom, que juega con el nombre de
Edom, la nación que tenía a Esaú por epónimo y antepasado . El autor sagrado quiere poner de relieve irónicamente en esta escena la estupidez del antepasado de los edomitas, renunciando a su primogenitura por un plato de lentejas, como lo recuerda su mismo nombre.36 Jacob, que había aspirado a la primogenitura desde el seno materno, intentando suplantar a Esaú al salir a la vida, cogiéndole por el calcaño (v.26), ahora aprovecha la ocasión del desfallecimiento de su hermano, el cual, llevado del hambre, apenas puede razonar. El hagiógrafo no desaprueba la conducta de Jacob, sino que resalta la habilidad de su proceder, prenda de la superioridad que en el futuro había de tener Israel en sus relaciones con Edom.37 El derecho de primogenitura aparece en
Deu_21:15-17, donde se dice que el primogénito recibirá una parte doble. En las leyes asirias encontramos esta misma ordenación, y en los textos de Nuzu. En cambio, no existe en la legislación de Hammurabi, el cual prescribe repartir por igual la herencia del padre entre los hijos, aunque se prevé el caso de que el padre pueda dejar algún regalo al hijo preferido 38. Vemos, pues, que en esto los patriarcas se regían por el derecho de la Alta Mesopotamia, donde Abraham había morado mucho tiempo y de donde provenía Rebeca, la madre de los dos gemelos rivales. Después el autor sagrado irónicamente refiere que Esaú vendió su primogenitura por
un plato de lentejas (v.34). La frase final es sangrante: una vez que comió y bebió, se levantó Esaú y se fue, sin dársele nada de la primogenitura.39 Sin duda que esta anécdota corría en el pueblo israelita, y se la echaban en cara a los edomitas, que, más rústicos, se adentraban por Canaán, tierra más rica que la montañosa Edom.
El profeta Malaquías comenta este pasaje diciendo: Yo os he amado, dice Yahvé. Vosotros decís: ¿En qué nos has amado? ¿Esaú no es hermano de Jacob, dice Yahvé? Y yo he amado a Jacob, mientras que he detestado a Esaú, y he hecho de sus montañas campo de devastación, y de su heredad pastizales de desierto. Y si Edom dice: Hemos sido aplastados, pero reconstruiremos las ruinas, así dice Yahvé de los ejércitos: Ellos reconstruirán, pero yo destruiré. Y los llamarán tierra de impiedad y pueblo contra el que se irritó para siempre Yahvé. Vuestros ojos lo verán y diréis: Es grande Yahvé aún más allá de su territorio, es decir, de la tierra otorgada a Israel 40. Estas palabras del profeta parecen eco de los vaticinios que contra Edom pronunciaron Amos 41, Isaías 42, Jeremías 43 y Joel 44, a los que se une el salmista con estas otras: ¡Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos!45
San Pablo ahonda más en el misterio de esta predestinación de Jacob y Esaú, para mostrar, contra la presunción judaica, que no basta ser hijo de Abraham según la carne para ser heredero de las promesas mesiánicas. Hijo del patriarca fue Ismael, pero Dios dijo: Por Isaac será tu descendencia. Luego concibió Rebeca de un solo varón, nuestro padre Isaac. Pues bien, cuando todavía no habían nacido ni habían hecho aún bien ni mal, para que el propósito de Dios, conforme a la elección, permaneciese, no por obras, sino por el que llama, le fue a ella dicho: El mayor servirá al menor, según que está escrito: Amé a Jacob y aborrecí a Esaú.46
1 A. Clamer, o.c., p.239. 2 Cf.
Gen_17:18. 3 Plin.,
Hist. Nat. 6:168, 4 Cf.
Gen_36:35;
Gen_37:28; Jetro era madianita:
Exo_3:1;
Exo_18:1;
Num_22:4;
Num_22:7;
Num_25:6;
Num_31:1-20;
Jos_13:21; Jue c.6-8. 5 Véase Abel,
Géog. I 285-287. 6
Job_2:11. 7 Abel,
Géog. I 293. 8 Cf.
Num_24:22;
Sal_83:9. 9 Faltan en la tabla etnográfica de 1 Par 1.32-33. Por otra parte, es extraño el empleo del plural. Quizá sea una glosa. 10
Isa_60:6. 11 Cf.
Gen_49:29;
Gen_49:33. Dios había prometido a Abraham: Tú irás a reunirte en paz con tus padres y serás sepultado en buena ancianidad. (
Gen_15:15) El hagiógrafo repite ahora estas mismas palabras para que quede patente su cumplimiento. Sobre el
seol véase el artículo de M. García Cordero,
La vida de ultratumba según la mentalidad popular de los antiguos hebreos. Salmanticensis, I (1954) 343-364. 12 Cf.
Gen_23:17-20. La anomalía se explica por la diversidad de documentos. 13 Mt 8:11. 14 Véase el artículo
Abraham: DBS I 8ss. 15 J. Chaine, o.c., 293. 16 Abel,
Géog. I 294. 17 Abel, Géog. I 295. Esta tribu es citada por
Isa_60:7, asociada con Cedar. Aparece en
Gen_28:9 y 36:3. 18 Hist. Nat. V 11:65. 19
Isa_21:16. 20 RB (1931) 516. 21 Abel, o.c., I 296. 22 1
Isa_21:14. 23 Cf.
Luc_3:1. 24 Los orientales en árabe se llaman
Sarqiye (
sarq: oriente). Esteban de Bizancio helenizó este nombre árabe en
saraka, y de ahí surgió el latino
saraceni. 25 Cf.RB (1931) 516. 26
Dhorrne traduce
Padán por
camino, relacionándolo con el
padanu asirio, sinónimo de
jarranu, y entonces
Padán sería otro nombre de
Jarrán. Cf. RB (1928) 487. 27 Gén c.30-31. 28 Es interesante ver cómo todas las mujeres predestinadas del A.T. son estériles y conciben por especial intervención divina: Sara (
Gen_11:30;
Gen_16:1),
Rebeca, Raquel (
Gen_29:31), la madre de Sansón (
1Sa_1:2) y la madre del
Bautista (
Luc_1:7). Es el género literario
providencialista en la historia de Israel. 29
Así a Noé:
Gen_9:26-27, y a Jacob: Gén 49. 30 J. Chaine, o.c., p.297. 31 En la Alta Mesopotamia se ha encontrado el nombre de
Ya-aj-qu-ub-el (s.XVIII a.C.), y el de
Ya-'qob-el en Palestina (s.XV a.C.: en una lista de Tutmosis III y de Ramsés II). En muchos textos egipcios de la época de los hicsos aparece el nombre semita de
Ya'qob-er. Véase R. De Vaux, art. c.: RB (1946) 323-324. 32 En heb.
peludo es
se'ar, que se ha relacionado con
Se'ir, antiguo nombre de Edom (montes de
Seir)
. 33
Gen_27:40. 34
Gen_27:40. 35 A. Clamer, o.c., p.347. 36 Id., ibid, 347. 37 Ibid. 38 Cód. de Hammurabi art.165. 39 Según
Ose_12:4, Jacob suplantó a su hermano ya en el seno materno. 40
Mal_1:1-5. 41
Amo_1:11s. 42
Isa_34:7S. 43 Jer 49:7-22. 44 Jl 3:I9. 45 Sal 137. 46
Rom_9:6-13.