Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
El gigante Goliat (17:1-11).
1
Los filisteos, juntando sus tropas para hacer la guerra, se reunieron en Soco, que pertenece a Judá. Acamparon entre Soco y Azeca, en Efes Domim. 2
Reuniéronse también Saúl y los hombres de Israel y vinieron al valle del Terebinto, y pusiéronse allí en orden de batalla contra los filisteos. 3
Estaban éstos acampados en un monte, y los de Israel en un monte opuesto, mediando entre ellos el valle que los separaba. 4
Salió al medio, de las filas de los filisteos, un hombre llamado Goliat, de Gat, que tenía de talla seis codos y un palmo. 5
Cubría su cabeza un casco de bronce y llevaba una coraza escamada, de bronce también, de cinco mil siclos de peso. 6
A los pies llevaba botas de bronce y a las espaldas un escudo, también de bronce. 7
El asta de su lanza era como el enjullo de un telar, y la punta de la lanza, de hierro, pesaba seiscientos siclos. Delante de él iba su escudero. 8
Goliat separó, y, dirigiéndose a las tropas de Israel, ordenadas en batalla, les gritó: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo un filisteo, y vosotros siervos de Saúl? Elegid de entre vosotros un hombre que baje a pelear conmigo. 9
Si en la lucha me vence, que me mate y os quedaremos sujetos; pero, si soy yo el que le venzo y le mato a él, seréis vosotros los que nos quedaréis sujetos y nos serviréis. 10
El filisteo añadió: Yo arrojo hoy este reto al ejército de Israel. Dadme un hombre y lucharemos. Al oír las palabras del filisteo, 11
Saúl y todo Israel se asombraron y llenaron de miedo.
Los filisteos habían abandonado la montaña de Efraím a efectos de la derrota que les infligió Saúl (14:155), pero habíanse atrincherado en la Sefela, dispuestos a vengarse. Habiendo salido de Gat y de Acarón, se infiltraron por los
wadis que desaguan en la Sefela, ramificándose por el macizo central de Judea. En una de las incursiones llegaron a un lugar entre Azeca y Soco llamado Efes Domim. A su encuentro salió Saúl, acampando en el valle del Terebinto. La acción se desarrollaba a unos treinta kilómetros al sudoeste de Jerusalén. Azeca (
Jos_10:10-11;
Jos_10:1535) se identifica con
Tell Zacaría, a unos doce kilómetros al noroeste de Beit Gibrin. El nombre de Soco (
Jos_15:35) sobrevive todavía en el actual
Jirbet Shuweike, a tres kilómetros al sudoeste de Bet Nettif. Efes Domim, según Abel (
Géographie II 318) corresponde a
Djennbatein, a tres kilómetros al sur de Tell Zacaría y a dos al oeste de
Jirbet Shuweike. El valle del Terebinto es el amplio valle
es-Sant. Los dos ejércitos se pusieron en orden de batalla, frente a frente, separados por el valle del Terebinto. Dice el texto hebreo que del campamento filisteo salió un
ish habenayim, un hombre de entre dos, es decir, un guerrero, que, colocado entre dos ejércitos, invitó a un duelo l
. El hombre llamábase Goliat, natural de Gat, lugar donde, según Tos 11:22, habitaban descendientes de los enaquim. Su altura, según los LXX, era de cuatro codos (no seis, como lee el texto masorético). El codo tenía c.45 metros; siendo, por consiguiente, la talla de Goliat
Deu_2:92 metros, o
Deu_2:02. Su armadura correspondía a su talla: llevaba una coraza de cinco mil siclos de peso, es decir, de unos ochenta kilogramos.
David, en el frente de batalla (Deu_17:12-25).
12
David era hijo de un efrateo, de Belén de Judá, que tenía ocho hijos, llamado Isaí, y era al tiempo de Saúl uno de los hombres más ancianos. 13
Los tres hijos mayores de Isaí habían salido para la guerra, y se llamaban el mayor Eliab; el segundo, Abinadab, y Samma el tercero. 14
David era el menor; y cuando las tropas marcharon tras de Saúl, 15
David iba y venía y apacentaba las ovejas de su padre en Belén. 16
El filisteo salía de su campo mañana y tarde, y estuvo haciendo así por cuarenta días. 17
Isaí dijo a David, su hijo: Toma ese efá de trigo tostado y esos diez panes y corre al campamento donde están tus hermanos; 18
lleva también esos diez requesones para el jefe de su millar. Visitas a tus hermanos para ver cómo están y les preguntas si quieren algo. 19
Saúl, ellos y todos los hombres de Israel estaban en el valle del Teberinto, en campaña contra los filisteos. 20
David se levantó de madrugada y, dejando las ovejas al cuidado de un pastor, se fue cargado de lo que le mandara Isaí. 21
Llegó al campamento cuando el ejército salía a ordenarse en batalla, lanzando sus gritos de guerra. 22
Israelitas y filisteos se ordenaban en batalla, ejército contra ejército. David dejó los objetos que traía en manos de un guardia del bagaje y corrió hacia las filas del ejército. En cuanto llegó, preguntó a sus hermanos cómo estaban; 23
pero mientras hablaba con ellos, he aquí que el campeón, el filisteo de Gat, Goliat de nombre, salió de las filas de los filisteos y se puso a decir lo de los otros días, oyéndolo David. 24
En viendo a aquél, todos los hombres de Israel se retiraron ante él, temblando de miedo. 25
Decíanse unos a otros: ¿Veis a ese hombre que avanza? Viene a desafiar a Israel. Al que le mate le colmará el rey de riquezas, le dará su hija por mujer y eximirá de tributos la casa de su padre. Toda la perícopa
Deu_17:12-31 falta en el códice ? de los LXX, hallándose, sin embargo, en A. Entre las razones que pudo tener el traductor para no incorporarla en su texto fue la de evitar la aparente contradicción del texto con 16:14-23, en que se habla de la estancia de David en la corte. En cambio, en la presente sección parece que Saúl ni le conoce. El autor
Deu_17:12-31 desconocía el texto anterior; los detalles que da sobre la familia de David no concuer-dan con los del c.1ó. Pertenecía Isaí al clan de los efrateos, aliados de Caleb (
1Cr_2:19;
1Cr_2:24;
1Cr_2:50) e instalados en Belén (
Rut_1:2). El texto original del ? . 15 es: David iba y venía, alternando el servicio con Saúl con el cuidado del rebaño de su padre en Belén. Acaso sea el texto una glosa redaccional encaminada a armonizar el texto con 16:22-23. Quizá el espacio de cuarenta días de que habla el v.16 deba entenderse en sentido simbólico (
Exo_24:18;
Exo_34:28;
Gen_7:4). El
efa era. una medida de capacidad correspondiente a treinta y seis litros. Los granos de trigo tostados (
qali, Rut_2:14) estaban en uso, como entre nosotros el maíz tostado. El final del v.18 es interpretado diversamente. Cree De Vaux que, atendida la juventud de David, para cerciorarse de que cumplió su encargo, pide Isaí un justificante; según otros (Ubach), encarga Isaí a David traiga el salario que reciben sus hermanos, superfluo para ellos, mientras que para él, que cuida de su manutención, representaba una ayuda económica.
David, delante de Saúl (Rut_17:26-37).
26
David preguntó a los que tenía cerca: ¿Qué darán al que mate a este filisteo y arranque a Israel la afrenta? ¿Quién es ese filisteo, ese incircunciso, para insultar así al ejército del Dios vivo? 27
La gente le repitió las mismas palabras, diciendo: Esto es lo que harán al que le mate. 28
Eliab, su hermano, que había oído hablar a aquellos hombres, se encendió en cólera contra David y le dijo: ¿Para qué has bajado y a quién has dejado tu rebañito en el desierto? Ya conozco tu orgullo y la malicia de tu corazón. Para ver la batalla has bajado tú. 29
David le contestó: ¿Qué he hecho? Sencillamente hablar una palabra. 30
Y apartándose de él, se dirigió a otro, haciéndole la misma pregunta, y recibió la misma respuesta. 31
Los que habían oído las palabras de David se las repitieron a Saúl, que le mandó venir. 32
David dijo a Saúl: Que no desfallezca el corazón de mi señor por el filisteo ese. Tu siervo irá a luchar contra él. 33 Saúl le dijo: Tu no puedes ir a batirte con ese filisteo; eres todavía un niño y él es hombre de guerra desde su juventud.34
David dijo a Saúl: Cuando tu siervo apacentaba las ovejas de su padre y venía un león o un oso y se llevaba una oveja del rebaño, 35
yo le perseguía, le golpeaba y le arrancaba de la boca la oveja; y si se volvía contra mí, le agarraba por la quijada, le hería y le mataba. 36
Tu siervo ha matado leones y osos, y ese filisteo incircunciso será como uno de ellos. ¿No seré capaz de ir, de batirle y quitarle y quitar el oprobio de Israel? Porque ¿quién es ese incircunciso que ha insultado al ejército del Dios vivo? 37
Y añadió: Yahvé, que me libró del león y del oso, me librará también de la mano de ese filisteo. Saúl entonces le dijo: Ve y que Yahvé sea contigo. Eliab reprende a David
por su orgullo, pareciendo ignorar la escena de la unción de David en Belén (16:6ss). A Eliab responde David que vale la pena interesarse por una cuestión que a nadie molesta y que, en cambio,
afecta a toda la nación. En toda la narración late la idea de la realeza, que impelía a David a conducirse como caudillo y salvador de Israel. Dios le ha elegido por rey, y tiene, por consiguiente, la misión de velar por el bien y el honor de la heredad de Yahvé. Además, la victoria sobre el filisteo equivalía a acaparar el favor popular.
David mata a Goliat (17:38-52).
38
Saúl hizo que vistieran a David sus ropas, púsole sobre la cabeza un casco de bronce y le cubrió de una coraza. 39
Después David se ciñó la espada de Saúl sobre sus ropas y probó de andar, pues nunca había ensayado la armadura; y dijo a Saúl: No puedo andar con estas armas, no estoy acostumbrado; y deshaciéndose de ellas, 40
agarro su cayado, eligió en el torrente cinco chinarros bien lisos y los metió en su zurrón de pastor, y con la honda en la mano avanzó hacia el filisteo. 41
El filisteo se acercó poco a poco a David, precedido de su escudero. 42
Miró, vio a David y le despreció por muy joven, de blondo y bello rostro. 43
Díjole, pues: ¿Crees que yo soy un perro para venir contra mí con un cayado? No contestó David , eres todavía peor que un perro. 44
Maldíjole el filisteo por sus dioses, y añadió: Ven, que dé tus carnes a las aves del cielo y a las bestias del campo. 45
David respondió al filisteo: Tú vienes contra mí con espada, lanza y venablo, pero yo voy contra ti en el nombre de Yahvé Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, a los que has insultado. 46
Hoy te entregará Yahvé en mis manos; yo te heriré, te cortaré la cabeza y daré tu cadáver y los del ejército de los filisteos a las aves del cielo y a los animales de la tierra; y sabrá así toda la tierra que Israel tiene un Dios, 47
y sabrán todos éstos que no por la espada ni por la lanza salva Yahvé, porque él es el Señor de la guerra, y os entregará en nuestras manos. 4
S El filisteo se levantó, se puso en marcha y avanzó hacia David. David echó a correr a lo largo del frente del ejército, para ir al encuentro del filisteo; 49
metió la mano en el zurrón, sacó de él un chinarro y lo lanzó con la honda. El chinarro se clavó en la frente del filisteo, y éste cayó de bruces a tierra. 50
Así David, con una honda y una piedra, venció al filisteo y le hirió de muerte. 51
Corrió, parándose ante el filisteo, y, no teniendo espada a la mano, cogió la de él, sacándola de la vaina; le mató y le cortó la cabeza. Viendo los filisteos muerto a su campeón, pusiéronse en fuga, 52
y los hombres de Israel, levantándose y lanzando los gritos de guerra, persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Acarón, y cayeron filisteos en el camino de Seraím hasta Gat y Acarón.
Nunca había vestido David las ropas del rey; al imponérselas ahora Saúl, le confiere parte de su dignidad. No había ensayado la armadura, a pesar de su oficio de escudero del rey (16:21). David va a la lucha
en el nombre de Yahvé Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel (v.45). Al avanzar hacia el filisteo sabía David que la victoria era suya. Dios dirigía sus pasos para afianzarle más y más en el camino del trono.
Sin saberlo, Saúl contribuye a la exaltación popular de su rival.
David, ante el rey (17:53-58).
53
A la vuelta de la persecución de los filisteos, los hombres de Israel saquearon su campamento. 54
David tomo la cabeza y las armas clel filisteo y llevó a Jerusalén la cabeza, y las armas las puso en su tienda. 55
Cuando Saúl hubo visto a David avanzar contra el filisteo, dijo a Abner, el jefe de su ejército: ¿De quién es hijo ese joven, Abner? Abner respondió: 56
Por tu vida que no lo sé, ¡oh rey! Y el rey le dijo: Infórmate, pues, a ver de quién es hijo. 57
De vuelta David de la muerte del filisteo, Abner le tomo y le llevó ante Saúl, teniendo todavía en la mano la cabeza del filisteo. 58
Saúl le preguntó: ¿De quién eres hijo, mozo? Y David le contestó: Soy hijo de tu siervo Isaí, de Belén. En los últimos versos del presente capítulo se encuentran algunas antinomias, que se explican por las glosas redaccionales que un escriba posterior ha introducido en el texto o por el hecho de anticipar el autor los acontecimientos. Así, por ejemplo, al hablar en el v.53 de Israel y de Judá, supone la escisión del reino, acaecida después de la muerte de Salomón. Dícese en el y.54 que David
llevo a Jerusalén la cabeza (de Goliat),
y las armas las puso en su tienda. Ahora bien, Jerusalén cayó en manos de los israelitas en tiempos en que David ocupaba el trono (2
Sam 5:6-16). Además, al hablar de su tienda parece indicar que David fue movilizado y que disponía de su tienda, como cualquier otro soldado. Según v.57,
David entregó a Saúl la cabeza de Goliat; la espada del gigante fue depositada en Nob (21:9). El autor de los v.55-58 ignora el encuentro de Saúl con David narrado en los v.31-39, así como la vida de éste en la corte real en calidad de escudero y músico (16:18-23). La única explicación posible de estas anomalías se halla en que el autor sagrado ha escrito su libro a base de tradiciones distintas, orales y escritas, que ha reproducido fielmente, sin incurrir en la tentación de quitar las dificultades y suprimir las diferencias.